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“No descarto convertirme, otra vez en preso político”: Alcalde Electo

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Atotonilco de Tula

●    Lo asegura Julio César Ángeles Mendoza, “por defender la autonomía de mi municipio y los intereses de la ciudadanía”

Recordó que la primera vez que fue alcalde lo encarcelaron injustamente

“No descarto convertirme una vez más en  preso político, por defender la autonomía de mi municipio y los intereses de la ciudadanía”, expresó Julio César Ángeles Mendoza, presidente municipal electo, al recordar que en la primera ocasión que su pueblo le dio la oportunidad de ser edil el gobierno lo encarceló injustamente.

Ángeles Mendoza agradeció a la gente de Atotonilco de Tula el haber votado por él ahora bajo las siglas del Partido Encuentro Social. Anteriormente fue edil por el PVEM.

Dijo sentirse doblemente comprometido de hacer bien las cosas para cambiar la imagen del pueblo que ama y en donde su gente merece un mejor nivel de vida.

Julio César Ángeles Mendoza es originario de la comunidad de Conejos Tercera Sección, y actualmente vecino de localidad de Progreso. Es el último de nueve hermanos, cinco hombres y cuatro mujeres, considera que desde niño siempre ha sido muy inquieto.

Relata que creció sin la presencia de su padre y que quizá eso provocó que no se conforme con nada. Estudió la primaria en San Marcos en Tula, lo mismo que la secundaria en la Tollan; la preparatoria en la capital del país, y la universidad la comenzó a estudiar en EE.UU.

Recuerda que como parte de su preparación universitaria tenía que realizar labor social, de ahí que regresó a México como misionero mormón a Chihuahua y no olvida que cuando concluyó esa tarea en 1995, se dio la devaluación del peso con el presidente Carlos Salinas de Gortari, lo que le impidió regresar a EE.UU y se vio obligado a concluir su carrera en la UNITEC; y ya como profesionista, al dominar el inglés, pudo ingresar a laborar a General Motors donde trabajó durante 10 años como responsable de la automatización de las plantas. Continuó su capacitación en el IPADE en Costos, Finanzas, Toma de decisiones, entre otros.

Sonriente acepta que es un hombre acelerado e impaciente y que eso le provoca que quiera resolver las cosas en cinco minutos, “Y que en esos mismos cinco minutos quisiera arreglar mi municipio”.
Se considera una persona exigente que no se conforma con las cosas a la ligera y que eso lo llevó a formar sus propias empresas en EE.UU, convirtiéndose en proveedor de maquinaria y refacciones de General Motors.

Sobre su ingreso a la política -hace una pausa y reflexiona- “se debió a que quería saber si las cosas se podían hacer bien en México y ahora sé que sí se puede, pero para eso hay que tener carácter, capacidad y decisión, para enfrentar retos y al mismo tiempo las miles de trabas con las que te topas o te ponen para que no cumplas los objetivos”.

Dijo que cuando fue alcalde tomó decisiones drásticas y que eso le permitió construir un palacio municipal, carreteras de concreto, unidades deportivas y llevar agua a donde tenían décadas sin contar con el servicio, así como red de drenaje y electrificaciones, por comentar algunas obras, pese a enfrentar a un cabildo chantajista, que no mostró interés por Atotonilco. 

Asegura que ahora llega con un equipo compacto que construyó durante la campaña y que eso les permitió enfrentar dos coaliciones fuertes como fue el PRD-PAN y PRI-PVEM-PANAL, mientras PES realizó una campaña austera y limpia.

Julio Mendoza, de profesión ingeniero, presume tener una familia unida y que así lo demostró cuando tuvo que enfrentar la amarga experiencia de estar en la cárcel no por robar como se le acusó, sino por desobediencia con el gobierno del estado al defender los intereses de su pueblo y la autonomía del municipio.

Revela que fue una experiencia muy dura, pero que como todas las experiencias que ha tenido a lo largo de sus 44 años, ha tratado de sacar lo mejor, por lo que pudo darse cuenta de quiénes eran sus verdaderos amigos y le sirvió para quitarse a mucha gente que nada más estaba con él por un interés y que lo extorsionaban, sumado a que pudo poner los pies sobre la tierra. Asegura que esa experiencia le ayudó a no tenerle miedo a las autoridades, ni al poder, “Esa injusticia no me venció… me fortaleció”.

Reiteró: “No me robe nada, si me hubiera robado algo estaría en la cárcel, mi problema no fue falta de honradez, fue falta de obediencia para con el gobierno del estado, el no acatar órdenes que perjudicaban a mi pueblo y creo va seguir siendo”.

Se dijo satisfecho de defender los intereses de su gente porque para eso lo eligieron y que no necesitó de asesores, guaruras, ni secretarios particulares y que en ese mismo entendido trabajará para construir un Atotonilco envidiable en el que los jóvenes cumplan sus sueños.
 
Finalmente, Julio César Ángeles reconoció que tiene un compromiso muy grande con la gente que lo arropó y que cree en él, “Es por eso que es momento de corresponderles con trabajo como me enseñó mi señora madre, Jacinta Mendoza López”.