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CINE DE MAÑANA
La trama de “El castigo”, doceavo filme del chileno Matías Bize, resulta muy sencilla. El pequeño Lucas (Santiago Urbina), un niño de siete años, abandona el coche de sus padres, Ana (Antonia Zegers) y Mateo (Néstor Cantillana) y se pierde en el bosque.
De acuerdo al guion de Coral Cruz, se trata de un chico problemático que raya los cuadernos que le regala su madre, que es la que tiene que imponerle castigos, pues Mateo es muy permisivo.
Momentos antes de la desaparición, Lucas estuvo a punto de causar un accidente, al taparle los ojos a su madre mientras manejaba.
Temeroso del castigo, ha corrido hacia el bosque.
Ana se muestra reacia a contarle la verdad a la policía que investiga la desaparición (Catalina Saavedra) pues podría tacharlos de malos padres.
A lo largo de 85 minutos, el realizador de “La vida de los peces” hace un profundo estudio de este matrimonio al borde del colapso, apoyado en dos espléndidos actores.
A Antonia Zegers la recordamos en otras importantes cintas chilenas como “El conde”, “El club” y “No”, de su antiguo esposo Pablo Larraín, en tanto que Catillana también participó en “No” y en “Neruda”.
El castigo obtuvo el premio a la mejor fotografía en el Festival Iberoamericano de Ceara y en el de Málaga y pese a su sencillez, mantiene el interés de los espectadores hasta el último momento.