CINE DE HOY

Uno de los platos fuertes del II Festival Canvas, que este año comprende 21 películas es Nico, 1988 de la italiana Susana Nichiarelli.
Para quienes no la conozcan, Nico cuyo verdadero nombre era Christa Paffgen, fue uno de los íconos del rock como la cantante del legendario grupo Velvet Underground de Andy Warhol.
Mujer de gran belleza, fue amante de personajes como Brian Jones, Jim Morrison y Alain Delon entre otros.
Pero a Nichiarelli no le interesan los momentos de gloria, sino que se centra en el último año de la vida de la cantante, como lo acabamos de ver en Tres días en Quiberon de Emily Atef, sobre Rommy Schneider.
Nico (Trine Dyrholm) es una cantante cuarentona en decadencia, que toca en el club de su enamorado admirador Richard (John Gordon Sinclair), quien la convence para hacer una gira por toda Europa, en precarias condiciones.
Adicta a la heroína, vive atormentada por no poder ver a su hijo fotógrafo Ari (Sandor Funtek), recluído en una institución tras un intento de suicidio.
En una entrevista confiesa que estuvo en la cima y luego en lo más bajo, pero que en ambos lados solamente encontró el vacío.
Quienes esperaban ver mucho material de la época de oro del grupo se llevarán una decepción, pues en realidad se recupera poco material de archivo.
Otro tanto ocurre con las canciones de Nico, que son interpretadas por la propia Dyrholm, que aunque con sentimiento, no alcanza el particular tono de la intérprete de All tomorrows parties.
La romana directora de Cosmonauta y La scoperta dell’alba consigue sin embargo un retrato muy humano de Nico.
Conviene recordar que la primera edición del Festival Black Canvas, se atrasó debido al terremoto del año pasado, y esperamos que este año se desarrolle con normalidad y confirme el interés de los cinéfilos.