• Es la primera protesta desde septiembre, cuando el Gobierno nicaragüense prohibió todo tipo de marchas
La oposición trasladó ayer su presión al régimen de Daniel Ortega a las calles de Managua. Los opositores decidieron el viernes mantener la convocatoria de una manifestación en la capital nicaragüense a pesar de la prohibición explícita de la Policía Nacional, controlada por Ortega.
Es la primera gran convocatoria que se hace desde septiembre, cuando se prohibieron las protestas, y tras Operación Limpieza: la movilización de centenares de hombres encapuchados y con armamento de alto calibre que desataron el terror en las ciudades nicaragüenses.
Estos colectivos, conocidos como “caravanas de la muerte”, causaron la mayor matanza sufrida por este país desde el fin de la guerra civil de los ochenta, con al menos 325 muertos.
El viernes, Ortega ordenó la excarcelación de 50 presos políticos en un gesto claro para mantener vivas las negociaciones con la opositora Alianza Cívica, después que los estudiantes decidieran retirarse temporalmente del proceso al considerar que el Ejecutivo no tiene voluntad política para una “negociación seria”. Tras la liberación de los detenidos, la reacción entre muchos nicaragüenses fue de júbilo: se generaban muchas expectativas respecto a la protesta del sábado. Decenas de personas retaron el estado de terror permanente impuesto por el régimen y salieron de sus casas con banderas de Nicaragua a saludar a la caravana que trasladaba a los detenidos.
“La marcha ya empezó”, escribió en Twitter Azahalea Solís, integrante de la Alianza. La agrupación se reunió ayer para analizar la decisión de Ortega de liberar a más de tenidos, aunque fuentes del organismo consideran como insuficiente el número de excarcelados el viernes. A estas personas se les cambia su régimen por lo que en Nicaragua se conoce como “casa por cárcel”: seguir cumpliendo la pena desde casa en vez de desde prisión.