NI TANTO QUE QUEME AL SANTO, NI TANTO QUE NO LO ALUMBRE

NI TANTO QUE QUEME AL SANTO, NI TANTO QUE NO LO ALUMBRE

ALFIL NEGRO

Es un refrán popular lleno de sabiduría, que subraya lo importante de saber decidir una conducta ante una situación que exige una postura y que si no se actúa con sentido realista midiendo las consecuencias pueden llevar a decidir acciones que no resultan al final las mejores, porque se decidió en uno de los extremos posibles: con exceso o bien por defecto y en ambos casos no fue lo mejor.

Parece que, sobre todo en política, lo ideal es decidir en el equilibrio de los dos extremos, en que se atiendan los dos lados de la situación para hacer cumplir lo que se dijo desde hace mucho, que la virtud o lo acertado está en saber equilibrar lo que se decide y que en el medio está la virtud, que entre nosotros se resume en el refrán ” ni tanto que queme al santo, ni tanto que no le alumbre”, o sea que las velas ni tan cerca que puedan quemar al santo, ni tan lejos que no se sepa ni quién es, de tal manera que en la distancia correcta se cumpla con un escenario ideal de veneración segura.

En política pasa lo mismo.

Si se decide por acciones radicales y falta de equilibrio, lo más seguro es que se esté sembrando para una cosecha de revanchas que se presentarán en algún momento, para hacer cumplir aquello de no hacer a otro lo que no se quiere para uno mismo.

En Hidalgo estamos en el proceso de entrega recepción del gobierno que sale al gobierno que entra, en una transición en buenos términos que debe ser transparente sin duda porque es lo menos que se puede esperar de lo que se entrega y lo que se recibe, porque es la oportunidad legal de saber cómo y por qué se decidieron las cosas y el manejo del dinero público, y actuar en consecuencia de acuerdo a lo que se tenga de información.

Hasta aquí todo correcto, lo realmente interesante es ver cómo se instrumenta este operativo para que prevalezca la justicia y no otro afán o intención ,que haga que se pierda el sentido justo de la entrega recepción.

Sobre todo porque en esa búsqueda de un nuevo gobierno, en que la honestidad y transparencia se quieren como distintivos, se pudieran colar supuestas denuncias o quejas de muchos que aprovechando la ola sobre el tema, busquen hacer de esta buena intención una oportunidad para venganzas y ajustes de cuentas, más personales que de política pública.

Y aquí sí como decía aquel comercial “mucho ojo” para cerrar la puerta a otras intenciones que ya se empiezan a notar.

Ni tanto que queme al santo, ni tanto que no le alumbre, es una regla popular y muy sencilla que puede ser la clave para actuar con seriedad y justicia en estos temas.

Porque de otro modo, ya se sabe que en el río revuelto, ganancia de pescadores, que los hay de todos los colores: guindas, azules, tricolores y los que se suman.

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