Si es reelegido
• El bélico Benjamín Netanyahu, del derechista partido likud busca la reelección en las elecciones de la próxima semana
Hizo referencia a su experiencia política y pidió un “claro mandato”, emanado de las urnas
EFE.- El primer ministro en funciones de Israel, Benjamín Netanyahu, prometió ayer la anexión del Valle del Jordán, en Cisjordania ocupada, si es reelegido en los comicios de la próxima semana.
“Un lugar al que se le puede aplicar la soberanía (israelí) inmediatamente después de las elecciones es el Valle del Jordán”, dijo Netanyahu en rueda de prensa organizada por su partido, el derechista Likud, que adelantó “haría un anuncio impactante”.
El jefe de Gobierno aseguró que el plan de paz con los palestinos que prepara EU se presentará días después de los comicios y pidió al electorado israelí su apoyo para liderar unas negociaciones en las que buscará anexionar asentamientos judíos de Cisjordania ocupada.
Netanyahu hizo estas declaraciones en un discurso en hebreo interpretado como parte de su campaña, a siete días de la cita electoral, en el que se refirió al denominado Acuerdo del Siglo, de la Administración Trump, “como una oportunidad histórica”.
REACCIONES AL BELICISMO JUDÍO
El primer ministro palestino, Mohamed Shtayeh, acusó a Netanyahu de ser “un destructor del proceso de paz” y advirtió de que esta política “le traerá más votos a corto plazo”, pero que “él e Israel serán los perdedores a largo plazo”.
El secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, calificó de “manifiestamente ilegal” el plan del mandatario israelí, que “se suma a la larga historia de violaciones del derecho internacional por parte de Israel”, y llamó a la comunidad internacional a actuar “para evitar que Netanyahu y sus aliados entierren las perspectivas de paz”.
Por su parte, la ONG israelí Shalom Ajshav (Paz Ahora), contraria a la ocupación de los territorios palestinos y favorable a la solución de dos Estados, consideró que “la anexión unilateral del Valle del Jordán o cualquier otra parte de Cisjordania es políticamente mala para Israel en términos de seguridad e internacionalmente”.