El ambiente en la capital hidalguense se percibe con mayor número de gente y vehículos, a pesar de haber entrado a la fase 3 de la pandemia.
A diferencia de lo que se veía hace un par de semanas, conforme avanza el tiempo y a pesar de que se ha entrado a la que podría ser la fase más crítica de la contingencia sanitaria, negocios que venden productos no esenciales para el consumo, han comenzado a abrir en las distintas colonias de la capital hidalguense, así mismo, la afluencia de gente en las calles, y de automóviles en las principales vías.
Cabe destacar que el flujo no alcanza “la normalidad”, pero es evidente que más gente ha dejado atrás la “sana distancia” para salir a las calles, algunas van de compras otras como algunas parejas sólo han salido a caminar tomados de la mano y besándose a cada rato.
Por su parte los pequeños comerciantes, señalaron que no han recibido apoyo, y que tras un mes de cierre no pueden mantenerse más tiempo sin tener ingresos, lo anterior sumado al reclamo de que no todos los negocios han cerrado, así mismo la “injusticia” de que tiendas de autoservicio permanezcan abiertas y se les apoye a diferencia de los micro negocios que se han abandonado.
De igual forma, las calles que por la noche asemejaban pueblos fantasmas, nuevamente van cobrando vida, las avenidas principales de varias de estas colonias son testigo de cómo han pasado de un silencio casi total a las 21 horas, a la actividad comercial de comida callejera, misma que también había detenido su venta hasta antes de las 21 horas.
Hoy por la mañana se informó la entrada a la fase número tres de la pandemia, sin embargo el flujo de gente en la capital hidalguense se incrementa notoriamente, no sólo en las calles, en el transporte público y en automóviles particulares; sino entre la gente que necesita salir, los que económicamente ya no pueden quedarse en casa y los que, durante todo este tiempo han hecho caso omiso a las recomendaciones de las autoridades sanitarias federales y estatales.