Necesidad de coordinar esfuerzos para enfrentar la pandemia

  • Los efectos del Covid-19 en México amenazan con ser catastróficos, luego de la evolución reciente del número de casos y de muertos

Secretarios de Estado, diputados, futbolistas, artistas, empresarios, entre tantos otros ciudadanos, han sido víctimas del Covid-19, al bajar la guardia e intentar vivir una normalidad imposible bajo la expansión mundial de la pandemia. La respuesta al vertiginoso avance de la pandemia en el planeta ha sido el reconfinamiento y la imposición de restricciones fronterizas en Europa; las cuales seguramente se multiplicarán en el mundo y en México.

En un verano que nadie quiere perderse después de una primavera de confinamiento, los jóvenes en Europa, Asia y América se resisten a dejar las terrazas y las playas, las fiestas y los bares, a renunciar a sus vacaciones programadas con antelación. Sin embargo, el establecimiento por parte de Londres de una quincena obligatoria para los turistas que regresan de España es sólo una muestra de lo complicado de iniciar una reapertura unilateral de las fronteras en Europa y en otros países del mundo.

 En este espacio señalamos que, en la Unión Europea, en el espacio de Schengen, se habían reabierto las fronteras en los quince países que lo integran, incluidos viajes a China, pero absolutamente prohibidos las viajes a Estados Unidos o el ingreso de estadounidenses, país que registra el mayor número de contagios y de muertes por el Covid-19. No obstante, al interior del espacio de Schengen, cada país puede imponer sus propias restricciones.

 Un análisis sobre la nueva normalidad en el mundo, efectuado a través de las cámaras que transmiten en vivo alrededor del planeta, muestra que no sólo los mexicanos hacen caso omiso a la indicación de portar un protector buco nasal (máscara) en los lugares públicos. Desde Nueva York hasta Buenos Aires, pasando por Bangkok, Ámsterdam o París, numerosos son los ciudadanos que no portan ningún protector buco nasal; observándose a numerosos jóvenes y personas mayores tomar un café relajadamente en una terraza, tomar una copa en un bar o pasear por las calles como si nada pasara.

Pero no sólo se han recrudecido los casos en Europa, obligando a Bélgica a imponer restricciones a la movilidad y convivencia social, o al Reino Unido a imponer cuarentena a quien llegue a su territorio; los países de Asia están sufriendo un recrudecimiento de la pandemia, en buena medida producto de la apertura de sus fronteras y la llegada de turistas procedentes de Europa o de los Estados Unidos, regiones donde la pandemia ha arrasado.

Ningún país está libre de la pandemia y sus efectos económicos. Lamentablemente, el deseo de poner fin al confinamiento de las personas y reactivar la economía, está provocando una apertura de fronteras sin una coordinación internacional que evite la importación y propagación del Covid-19; más aún, en México los gobernadores y los presidentes municipales, no han sido capaces de coordinarse para aislar el virus; todo lo contrario, mientras unos imponen medidas rigurosas, otros se olvidan de la importancia de ellas, como las impuestas en Tamaulipas y la omisión de ellas en Veracruz, por ejemplo.

Los efectos del Covid-19 en México amenazan con ser catastróficos, luego de la evolución reciente del número de casos y de muertos. Cuando en el mundo el número de casos ha superado los 16.6 millones y los muertos suman más de 655 mil; México se ha convertido en el sexto país con más casos, 391 mil, y en el cuarto con más muertos, 44 mil, a sólo poco más de mil muertos para desplazar al Reino Unido del tercer lugar con sus 45 mil 759, y colocarse detrás de los Estados Unidos y Brasil. De aquí la importancia de no desestimar la necesidad de establecer una nueva coordinación nacional, estatal y municipal para enfrentar esta amenaza silenciosa sobre la salud pública en México.

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