“Este 2017 no hubo ventanillas únicas, al contrario, la gestión campesina se convirtió en un calvario para los campesinos que buscaron un apoyo, fue un año difícil de ir de una dependencia a otra, de ir de un funcionario a otro, para ver si alguno resolvía, o bien para ver si palomeaban y aprobaban y si había recursos, fue un año de hacer padecer a los campesinos”, aseguró Martha López Ríos, dirigente estatal de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) en Hidalgo.

La líder campesina afirmó que la lucha continuará en el 2018, sobre todo para vigilar que los recursos y apoyos tanto estatales como federales no favorezcan “como en el 2017 a organizaciones filiales al partido político en el poder”, señaló López Ríos, aunado a que  deberán dar continuidad a la gestión, la lucha y sobre todo “a las manifestaciones, plantones y presión que tengamos que hacer para que los recursos lleguen a las manos que tienen que llegar, con los más necesitados, y que en su mayoría están en el campo de Hidalgo.

De igual forma refirió que la necesidad ha alcanzado a varias colonias de las zonas urbanas, por lo que la UNTA también dará cobijo a esta gente en las distintas ciudades del estado.