¿Dónde están ellos ahora?
El reciente espectáculo de Lady Gaga en el Super Bowl LI sirvió para evidenciar cuál es la música recargada de coreografías que escuchan y ven hipsters y millennials y de la que en muy poco tiempo, dada la velocidad cambiante de la red, nadie se acordará.
Es triste comprobar para estas nuevas generaciones de descarga digital, de música descontextualizada que, tras esos cantos (y bailecitos), no haya nada que vaya a perdurar porque, ¿quién diablos va a poder defender en, digamos, unos cinco años, lo que hoy “cantan” o parlotean Kanye West, Beyoncé o Justin Bieber? por citar unos cuantos ejemplos del plástico de alta calidad que manufactura una industria disquera que ya está prácticamente muerta pero que sigue dando patadas a lo “Walking Dead”, si no hay ni mensaje, ni filosofía, ni trascendencia… sólo negocio.
Ante ese panorama los que todavía se niegan a comprar el aire banal de las descargas digitales y prefieren apostar por la perdurabilidad del disco físico (que ofrece hasta bonus con respecto a las ediciones originales) algunos se preguntan: ¿Dónde quedaron aquellos héroes del rock, que ahora se asoman temerariamente en ediciones casi artesanales de colección, en box sets antológicos o en rescates discográficos de discos compactos (y excepciones en vinil de 180 gramos), descontando algunos DVD de conciertos de lo que hasta hace muy poco era casi imposible de ver?
La mayoría, como dice la canción de Bee Gees: “Sobreviviendo”, gracias a una nostalgia que vende y seguirá vendiendo una cosa que tiene a su favor: calidad. Aquí van unos ejemplos de esos aferrados y aguerridos fuera de serie: Arthur Lee, cantante de Love, del que hay discografía actualizada con bonus y un excelente directo (The Forever Change Concert) antológico grabado en el Royal Festival Hall de Londres en 2003. Otro es el de Gary Numan, “El Rey del synthpop”, del que circula una versión en DVD de Réplicas live, en Manchester registrada en 2008, y versiones alternas de sus discos más conocidos.
Frankie Miller, afamado cantante y compositor de rock escocés, siempre asociado con grupos como Jethro Tull y músicos como Phil Lynott, de Thin Lizzy, puede ser ubicado con una discografía que en su momento álgido (su estancia en PolyGram), nunca fue lanzada en México. De él están disponibles ochos álbumes conceptuales y un boxset con la crema de sus canciones.
Otros más: Los Monkees, el cuarteto estadounidense creado para darle la batalla en su momento a Los Beatles, que fueron odiados en su momento (1966) y clientes de la respetada Wrecking Crew, ahora resulta que dejaron grabados tesoros invaluables que se pueden conseguir en más de 10 discos compactos cargados de bonus. Pavlov’s Dog, una excéntrica banda de progresivo estadounidense es de los que pueden presumir un regreso con gloria (2015) con un conciertazo-reunión-familiar: “House Broken”, grabado en Nürnberg, Alemania de dos discos y DVD.
Hasta The Who ha sido resucitado en un DVD doble en el concierto histórico que dieron en el Palacio de los Deportes el año pasado. Y así sigue la lista (que es enorme, para justicia del rock).
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