Entrevista con el ex presidente brasileño, Lula Da Silva
• “A mis 72 años, quiero volver a ser presidente para demostrar al mundo que Brasil puede funcionar”
P. La reacción de los mercados ante el Gobierno de Temer ha sido más positiva que con los últimos años de Rousseff.
R. Claro, pretenden privatizar el país. Sólo hay que ver lo que quieren hacer con Petrobras. El petróleo era nuestro pasaporte para el futuro, si lo venden nos dejan sin soberanía. Es una pena que destruyan así nuestra empresa.
CORRUPCIÓN: “El juicio al que estoy sometido es una farsa. Ni la Policía Federal ni el Ministerio Público han hallado pruebas”
VENEZUELA: “No entiendo por qué a Europa le preocupa tanto Nicolás Maduro. Ha sido elegido democráticamente””
CATALUÑA: “Entiendo perfectamente que el nacionalismo catalán tiene una historia larga pero yo prefiero una España unida”
FELIPE VI: “En una situación de tensión como la que están viviendo en Cataluña, el Rey no debería tomar partido sino mediar”
DONALD TRUMP: “No se puede gobernar el mundo a golpe de Twitter. Me sorprende que hable de todo en un país como EEUU”
Lula da Silva, héroe para el pueblo y villano para la Justicia. Mira a los ojos, sonríe y da un manotazo en la mesa al decir que Brasil tiene solución. Al “presidente más popular del planeta” -decía Obama- le pesa un pasado de glorias, un presente de acusaciones y un futuro con dos objetivos: volver a gobernar y probar su inocencia.
Cuando dejó la presidencia en 2010 Brasil estaba en pleno crecimiento, 32 millones de pobres ascendieron de clase, Petrobras era uno de los motores económicos. ¿Qué ha sucedido para que el país haya dado un giro de 180 grados?
Lo que nos ha pasado es que hemos tirado a la basura la palabra mágica: credibilidad. Un concepto que vale para la familia, para el barrio, para el equipo de fútbol. Cuando el que gobierna habla y el pueblo no le cree, las cosas no suceden.
¿Cuándo se perdió esa credibilidad?
Hasta 2013 el país crecía, tenía pleno empleo, mantenía las políticas sociales, preparábamos la Copa del Mundo, los Juegos Olímpicos, pero en el mes de junio sucedieron aquellas manifestaciones que fueron como el 15M de España o una especie de Primavera Árabe brasileña.