Estimados Amigos con el gusto de saludarlos a través de este espacio de Plaza Juárez. Como se ha difundido en la última semana, nuevamente el medio taurino se vistió de luto, la mañana del pasado domingo 11 de julio el estimado hidalguense Chucho Arroyo falleció a la edad de 87 años en el Hospital ABC de la avenida Observatorio en la Ciudad de México, después de haber estado internado por espacio de seis meses.
Don Chucho fue pieza fundamental en el medio taurino mexicano, principalmente en la Ciudad de México y en esta nuestra Bella Airosa, trabajando con mucha afición a favor de la más bella de las fiestas, en Pachuca, en 1976, participó en la organización de la ”Feria de Pachuca “, montando festejos taurinos en el lienzo charro “Nicolás Romero” y posteriormente con el apoyo del licenciado Jorge Rojo Lugo, entonces Gobernador del Estado, impulsó la construcción de la Plaza Monumental “Vicente Segura”, la que como empresario inauguró el 11 de noviembre de 1978 con un cartel integrado por Manolo Martínez, Curro Rivera y Jorge Gutiérrez, con toros de Javier Garfias y, llegando a manejar la plaza por varios años.
En la Ciudad de México en su negocio de restaurante construyó la Plaza de Toros “Antonio Velázquez”, pequeño coso que inauguró en el año 1971 y que al paso del tiempo fue adquiriendo un lugar preponderante en la formación de novilleros, desde que que se constituyó la “Escuela Taurina José Alameda”, hasta la organización de las temporadas novilleriles desde hace más de veinte año, suspendidas el año pasado y el presente por la pandemia, tornándose en la antesala de la Monumental México, para los jóvenes aspirantes a Matadores de Toros.
De igual forma, en 1989, por invitación del entonces Jefe de Gobierno del Distrito Federal, junto con el Matador de Toros Joselito Huerta, el aficionado práctico Lalo Azcue y Manuel Jiménez, impresor, integró el Patronato encargado de la reapertura de la Monumental México, después de haber estado cerrada por poco más de un año por problemas entre el propietario dl Coso capitalino y la anterior empresa.
Ahora, ante el fallecimiento de Don Chucho surge la incertidumbre del futuro de la Plaza de Toros de Restaurante Arroyo, ante los conflictos legales que desde hace un año viene enfrentando su hijo y mano derecha José Arroyo Loyo en el restaurante y la organización de los festejos taurinos, con sus hermanos por el control del negocio familiar, confrontación que la semana pasada se reavivó ante el fallecimiento de Don Jesús, esperemos por el bien dela Fiesta Brava que se resuelvan esas diferencias y la Plaza de Toros Arroyo siga funcionando.
Por ahí nos vemos ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO si Dios lo permite.
