MURIÓ ÁNGELA HERNÁNDEZ, UNA GUERRERA DEL RUEDO

#ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO
La torera alicantina que se enfrentó al totalitarismo español en defensa de su derecho a ser torera y ganó

Estimados Amigos, con el agrado de saludarlos como cada domingo a en Plaza Juárez. La presencia de la mujer en la Fiesta Brava, ha tenido un lugar preponderante, si bien en los orígenes de la Tauromaquia su presencia se limitaba a los balcones y tendidos de los cosos taurinos -en los que, aún en la actualidad, es inconcebible ver un tendido sin mujeres- o participando en paseos por el ruedo luciendo trajes típicos españoles en carrozas adornadas, lanzando claveles reventones al tendido, o bien a caballo encabezando no pocos paseillos de las cuadrillas.
También la mujer aparece como coprotagonista en innumerables historias taurinas, narraciones que las presentan como abnegadas madres que sufren ante el futuro incierto y riesgoso del hijo que busca la fama y la fortuna en plazas pueblerinas para proporcionarle un mejor modo de vida; o la sufrida y fiel compañera del torero que espera angustiada en su casa el regreso del valiente que se ha ido a jugar la vida ante las astas de un toro, o la mujer fatal que después de haber “hechizado” al hombre-torero lo traiciona causándole en el corazón “heridas que no se curan”, de todo esto nos dan cuenta Georges Bizet en la Ópera “Carmen”, Alejandro Pérez Luguin en “Currito de la Cruz”, Luis Spota en “Más cornadas da el Hambre”, entre los muchos títulos publicados, hasta aquí la presencia de la Mujer en la Fiesta de los Toros es bien vista y hasta considerada parte de su entorno.
Sin embargo siendo la lidia de toros actividad evidentemente masculina, por sus propias características y las cualidades que requieren quienes se dedican a esta profesión, principalmente la relacionada con el valor, la participación de la mujer como protagonista estuvo mucho tiempo restringida, claro no faltaba que en tentaderos y fiestas se permitiera a alguna jovencita dar unos lances a las becerras, hasta ahí: pero cuando la mujer ha tratado de ser sujeto del toreo, bajando del tendido al ruedo pretendiendo ser profesionales, toreras de alternativa, mucho es lo que han debido batallar desde la madrileña Nicolasa Escamilla, “La Pajuelera” (así llamada porque vendía pajuelas de azufre) surgida
en el último cuarto del Siglo XVIII hasta la mexicana Melina Parra, última lidiadora que ha tomado la Alternativa.
Referentes de la lucha femenina destacar en la Fiesta Brava son sin duda Nicolasa Escamilla, “La Pajuelera” y María de los Ángeles Hernández Gómez “Ángela Hernández”. “La Pajuelera”, en plena hegemonía de “Costillares”, Pedro Romero y “Pepe-Hillo”, se atrevió a rivalizar en los ruedo con estos tres colosos padres del toreo moderno, lo que hizo con decoro que le fue reconocido ampliamente. Incuso Francisco de Goya y Lucientes la inmortalizó en uno de los aguafuertes que conforman su espléndida Tauromaquia.
No obstante debemos considerar la lucha de Ángela Hernández de mayor trascendencia, pues ella debió enfrentar al gobierno totalitarista y misógino de Francisco Franco, al margen de la fuerte oposición de muchos de los toreros varones. Nacida en Alicante, España, el 12 de Agosto de 1946, para 1959 su afición la llevó el día 18 de noviembre de ese año, con solo trece de edad a tirarse de espontánea durante un festival benéfico en su lugar de origen.
En Algeciras inicia su formación taurina en la placita de Francisco Esplá, padre de los después matadores de toros Luis Francisco y Juan Antonio, quien fue su primer maestro, posteriormente lo fueron Enrique Beltrán y el padre del matador José Mari Manzanares. Sin embargo su vocación se vio truncada por una disposición del Artículo 49 del Reglamento Taurino, de 1908, que prohibía a las mujeres lidiar a pie en las plazas de toros, en Febrero 1972 tutelada por el Abogado José Briones, comienza un proceso legal para anular la disposición que prohibía el toreo femenino, el cual culmina el 10 de Agosto de 1974, al ser publicada una orden del Ministerio de Gobernación por la que se promulga la autorización a las mujeres para actuar en Plazas Españolas, lo que representó un importantísimo triunfo para la causa de las jovencitas con aspiraciones taurinas, muchas de las cuales han logrado el sueño del doctorado en tauromaquia.
Angela tenía 70 años de edad y dejó de existir la madrugada del pasado jueves, en una clínica de Madrid, a consecuencia de complicaciones de una cirugía de hombro. El pasado mes de octubre, en entrevista, manifestó su preocupación por los ataques que viene sufriendo la Fiesta Brava, en la misma entrevista y a pregunta expresa si ¿las mujeres tienen que seguir luchando en el mundo el toro?, lacónicamente contestó: “Sí, como luchan los hombres, porque ya no es fácil para nadie. Si sale una, que pegue fuerte. El toro pone a cada quien en su sitio”. El Toreo está de luto, descanse en paz una guerrera dentro y fuera del ruedo.
Por ahí nos vemos ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO si Dios lo permite.

Related posts