Home General Mujeres detrás de la lente

Mujeres detrás de la lente

0

Fotógrafas de medios informativos relatan su paso por esta labor, las dificultades y sus experiencias 


En los últimos años, las mujeres han cobrado relevancia dentro de los medios de información a nivel nacional, ya sea como parte principal o dentro del grupo de personas que colaboran para que la información sea entregada de forma veraz y pronta, pero en el estado de Hidalgo, de cerca de 12 medios impresos y digitales que existen, pocos de ellos incluyen a mujeres en los puestos de fotografía, usualmente ligado con hombres.

Estas pocas mujeres tras la lente, han podido abrirse espacio dentro de estas publicaciones por la calidad de sus trabajos y por el profesionalismo que las distingue, pero no siempre no fue así en un inicio. Ahora, estas fotógrafas cuentan por lo que han atravesado para llegar a tener un prestigio dentro del gremio periodístico, y sobre todas las cosas, lograr la igualdad en sus trabajos.

“No porque seas mujer te vamos a tratar diferente”

Blanca Estela Gutiérrez es fotógrafa de un portal informativo con presencia en buena parte del estado y parte del centro del país. Tiene seis años de experiencia. Y aunque cuenta que el gusto por la fotografía le nació dentro de su formación universitaria, el camino para llegar hasta donde está actualmente se ha llenado de diversas experiencias, algunas más desagradables que otras.

“El gusto por la fotografía periodística nació en una de las clases durante la universidad”, relata. “Una vez fui a pedir una oportunidad a un diario local, pero como no tenía experiencia ni la disponibilidad no tuve mucho chance. Pero saliendo de la carrera decidí tomar un diplomado de fotografía en el Centro Estatal de las Artes, y ahí fui conociendo a varios que ahora son mis colegas”.

Refirió que uno de ellos la instó a dejar su currículo a otro de los medios más importantes: “y a pesar de mi inexperiencia me abrieron una oportunidad real para insertarme en el periodismo y ahí me inicié como fotógrafa”.

Y dentro de los medios de información, comentó que la nota policiaca fue de sus primeros trabajos que desarrolló, y dentro de los acontecimientos relató que le tocó cubrir un accidente en la carretera Pachuca-Real del Monte, en mayo de 2013: “un camión turístico se había derrapado y murieron 16 personas en el acto, y recuerdo que fue muy difícil llegar al lugar, pero cuando llegué había una gran movilización de vehículos de emergencia”.

Y añade: “ves la magnitud de todo, pero no lo digieres, el mismo sobresalto provocó que me saltara la parte acordonada para poder sacar fotos, uno de los compañeros me detiene y me dice, ‘oye, espera, ¿vas a tomar fotos de eso? la gente está muerta y prensada’, y en ese entonces se me baja la adrenalina y empiezo a tener claridad de las cosas, y la verdad fue muy impactante, por lo que me regresé a la zona donde estaban los periodistas y ahí me quedé”. 

 


Foto de Blanca E. Gutiérrez
    

A pesar de que se ha rodeado de gente que le ha enseñado diferentes aspectos dentro del periodismo, también se ha visto inmersa en casos lamentables: “estuve colaborando para otros medios y en la mayoría han defendido mi trabajo, pero hay un caso en otro medio, donde mi jefe inmediato que era el encargado de fotografía, me mandaba a todos los eventos, pero llegó un momento en que me mandaba a hacer cosas por la noche y con mucho peligro”.

Blanca afirmó que se sintió como en un periodo de prueba cuando ya tenía tiempo laborando para este medio: “y no conforme con eso me llegaba a instigar diciéndome, ‘no porque seas mujer te vamos a tratar diferente’, cuando yo en realidad no le decía nada, y aparte era la única mujer entre mucho fotógrafo”.

Por otra parte, relató que la cuestión del salario también se manifestó en este problema: “a los fotógrafos hombres les pagaban hasta el doble de lo que a mí me pagaban, y me di cuenta que esta persona tenía muchas actitudes misóginas hacia mí, como alguna cuestión personal. Aún hay gente que piensa que por ser mujeres no podemos hacer, ni nos podemos mover como ellos”.

A pesar de esto, afirma que no hubo una denuncia o llamada de atención de por medio, aunque la intención de relatar su experiencia es para exponer algunas de las cuestiones, sobre todo en el ámbito laboral, de cómo llega a existir hostigamiento en los centros de trabajo.

“Aprendo mucho de mis compañeros”

Por otro lado, Luisa Amador Lagos trabaja para uno de los diarios de mayor circulación de la Zona Metropolitana de Pachuca, y al contrario de lo que en algunos casos sucede, ella afirma que sus compañeros de otros medios la han instruido en diversos temas para poder ser una profesional de la lente.

“Mi primer acercamiento con la fotografía periodística fue cuando estaba haciendo mis prácticas en uno de los periódicos de mayor circulación del país en su edición de Hidalgo, ellos me habían invitado a escribir, y yo les respondí que sí, y en ese entonces no tenía una cámara profesional y hacía fotos como para documentar la vida cotidiana, pero vieron mis fotos y me dijeron, ‘mejor ayúdanos con la fotografía’, y quedé”.

Admite que al principio la labor era complicada por diferentes puntos: “recuerdo que al principio era difícil tener el contexto y el panorama general de las noticias y por donde iba cada camino, pero una vez que los sabes conducir, pues lo demás ya es más sencillo. Y ahora me siento como que ya se lo que quiero plasmar o por donde va el asunto”.

Dentro de sus ochos años en la lente afirma que la labor no ha sido sencilla, ya que muchas veces la integridad se ve amenazada: “en la inauguración de un centro deportivo en La Providencia me ocurrió un accidente, en ese entonces el director del Instituto del Deporte de Mineral de la Reforma, Salvador Cravioto, pateó un balón y me cayó en la cara y mi tabique se rompió”.

Y agrega: “me sangró mucho, me tuvieron que operar y tuve que estar como 20 días en incapacidad. Quizá es la experiencia más desagradable que he tenido en mi carrera y que también me ha hecho reflexionar”.

 

Foto de Luisa Amador

A pesar de ser parte de las pocas mujeres que ejercen el periodismo gráfico, afirma que le ha tocado trabajar con hombres que la han instruido y la ha orientado: “han sido muy pocas veces, pero me han tocado hombres que han sido muy valiosos y que no te discriminan por ser mujer, sino al contrario, te reconocen como un ser igual a ellos, con las mismas capacidades y fortalezas”.

Comenta que son ellos mismos los que la han impulsado a arriesgarse a cubrir eventos fuertes: “cuando hay manifestaciones, nunca he escuchado un ‘no vayas porque es muy peligroso’, sino que ellos siempre te están vigilando, pero a la vez te exigen mucho, que hagas las cosas y que no las hagas con miedo, que estés siempre al pendiente, y sobre todo que estés muy informada”.

Así mismo, declara que muchos de ellos se han vuelto parte de su vida: “me ha tocado conocer hombres muy sensibles, que aparte de ser mis compañeros de trabajo, también son mis amigos, y que han estado en momentos críticos como en el día de mi accidente del balonazo, que en vez de alejarse, estuvieron siempre al pendiente de lo que me pasaba, y me siento muy respaldada por ellos”.

Y afirma que ha aprendido mucho del arte de capturar la noticia: “cuando tomo una decisión y no es la correcta o la más viable en ese momento, ellos enseguida me dicen ‘era por este lado’, ‘era por el otro lado” o ‘le hubieras hecho mejor así’, eso sí, siempre como para que aprenda, y nunca me han hecho sentir menos por ser mujer, sino al contrario, me han apoyado”.

¿Por qué hay pocas mujeres en el periodismo gráfico?

Blanca refiere que no hay un problema de falta de oportunidad, sino cuestiones más personales para elegir el periodismo gráfico como una profesión: “se me han abierto las puertas de otros medios para los que he trabajado, y el hecho de ser mujer fotógrafa no ha sido un factor determinante para aceptarme, sino mi propio trabajo en sí el que me respalda”.

Añade: “yo creo que es más como una cuestión personal por parte de las chicas que luego dicen ‘no me animo a esto porque, ¿cómo me desenvuelvo aquí?’, o ‘¿dónde trabajo?’ yo lo veo más de este lado”.

Mientras que, para Luisa, si existen aspectos más fuertes, como el machismo y el patriarcado: “en realidad en el contexto nacional o internacional hay pocas mujeres que son menos visibles, y en la mayoría, el patriarcado a veces ocupa los grandes puestos, pero también hay pocas mujeres porque ellas lo consideran arriesgado y mal pagado, y porque tu vida está en constante riesgo, y a algunos si les causa controversia”.  

Hacia las nuevas generaciones

Un punto en común en la que coinciden, tanto Blanca como Luisa, es la de dedicarse a lo que les apasiona y les genera satisfacción, tanto personal como profesional, además de procurar siempre aprender de las personas de más experiencia para poder enriquecer su conocimiento y poder tener una mejor percepción de la materia.

“Algo que diría a las nuevas generaciones, no sólo de fotógrafas, sino en general”, comenta Luisa, “es que hagan lo que les apasiona, que cuando despierten que sea lo primero en lo que piensen y lo que quieran hacer y que no les pese, que es como darle un pedacito de lo que tienes al mundo. Que hagan las cosas con mucha pasión y lo que les gusta”.

Y remata: “si en el proceso finalmente encuentran lo que les agrada o les llena, nunca lo dejen ir, porque es lo que te va a alimentar, es lo que te va a hacer subsistir el resto de tu vida y te va a hacer feliz siempre”.

Blanca, por su parte, también insiste con trabajar con pasión, pero siempre y cuando haya respeto a su trabajo: “hay que hacer las cosas apasionadamente, porque creo que de esa manera se puede dar a conocer tu trabajo ante los demás, porque si haces tu trabajo con amor, lo haces bien, y si lo haces bien, la gente lo va a ver y le va a gustar”.

Y puntualiza sobre el respeto hacia las mujeres: “es importante que las nuevas generaciones desenvuelvan sus habilidades y que trabajen con empeño y pasión, pero también es importante que no dejen que los demás demeriten su trabajo y que no se hagan chiquitas por el hecho de que por un comentario misógino no te valoren”, concluyó.