Por el derecho a existir
Estamos a días del inicio de las campañas electorales, que se augura será una de las justas más competidas en los últimos tiempos. En este tenor, las autoridades electorales tienen un papel crucial y dicho sea de paso el Tribunal Electoral de Hidalgo y el Instituto Estatal Electoral, tienen como característica común estar dirigidos por mujeres, lo cual hace patente los avances en la materia.
Así la configuración normativa derivada de las reformas en materia electoral, ha tenido como resultado un mayor número de mujeres en la toma de decisiones, sin que estos espacios estén delimitados solo a cargos de elección popular.
Dicen que la buena justicia por la casa inicia, y hasta el momento las autoridades en materia electoral han generado mecanismos de rotación o bien de acceso a las mujeres a las presidencias en los órganos garantes de procesos electorales democráticos.
Muestra de ello, es la reciente resolución de la Sala Superior del Poder Judicial de la Federación, que determinó la modificación de la Convocatoria para designar a una mujer en la Presidencia del IEEH, misma que fue acatada por el Instituto Nacional Electoral y que ahora la convocatoria está dirigida de forma exclusiva a las mujeres, quienes podrán acceder a las dos vacantes en el Consejo General, una de ellas la presidencia.
Con esta medida, se revierte la conformación de integración mayoritariamente por hombres, y se dará paso a una disposición encabezada por una mujer y con mayoría de mujeres, lo que podría implicar un cambio sustantivo en las deliberaciones. Y escribo podría, porque siempre existe la posibilidad de la reproducción de prácticas patriarcales.
En fin, de frente a la renovación de la gubernatura, dos mujeres encabezan instituciones rectoras para la democracia en el ámbito local, son un referente ya, para que las niñas, adolescentes y jóvenes sepan que es posible llegar a los lugares donde se delibera, que el lugar de las mujeres es aquel donde se toman las decisiones como lo diría Ruth Bader, este camino que han abierto ya muchas en la lucha, es una oportunidad para el cambio de prácticas institucionalizadas y normalizadas.
Finalmente recordar, a días de que inicie el periodo de campañas electorales, que las mujeres no somos botín político o frases discursivas, somos personas, nos están matando, nos están desapareciendo, siguen vulnerando nuestros derechos y si bien hay agencia y cambios importantes, la lucha aún continúa.
