Muerte de violinista provoca dura reacción contra Maduro

El director musical responde a la violencia en Venezuela y al asesinato el pasado miércoles de Armando Cañizales, miembro del sistema de orquestas

El pasado miércoles, el director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel, conoció la muerte de un miembro del Sistema Nacional de Orquestas que él lidera. Armando Cañizales, violinista, 17 años, recibió un tiro en la cabeza y fue la víctima número 34 de la última oleada de represión en su país. Dudamel colocó un crespón negro en sus redes sociales y en su página web. La presión para que alzara la voz en contra del Gobierno de Nicolás Maduro fue en aumento y en la tarde del jueves lanzó un contundente comunicado.
La voz del joven músico de 35 años, una de las figuras más influyentes de la música clásica en todo el mundo, entonó todo un ataque contra la represiones ante las marchas y el intento descarado de nuevo golpe a las instituciones del dirigente bolivariano. Los pasados llamamientos al diálogo por parte del director se quedaron cortos y finalmente adoptó una posición más comprometida con las protestas.
Las muertes agolpadas en la cara del Gobierno colmaron el vaso de la paciencia de Dudamel. Pero más aún la del joven Cañizales. El muchacho se enfrentó con piedras a la Guardia Bolivariana y recibió un tiro en el cuello cuando retaba con las manos alzadas a los dispositivos del Gobierno. Sus amigos lo trasladaron en moto hasta una ambulancia que luego lo llevó al hospital, donde certificaron su defunción.
Los vecinos de Colinas de Bello Monte se agruparon en una vigilia y Dudamel fue redactando su comunicado. “Mi vida entera la he dedicado a la música y al arte como forma de transformar el mundo. Levanto mi voz en contra de la violencia y la represión. Nada puede justificar el derramamiento de sangre. Ya basta de desatender el justo clamor de un pueblo sofocado por una intolerable crisis. Históricamente el pueblo venezolano ha sido un pueblo luchador pero jamás violento”.

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