Fallece a los 63 años, tras librar una batalla contra el cáncer
Avilés, descrito en la Enciclopedia de la Literatura en México como “dramaturgo, periodista, narrador y cronista, marinero, actor de carpa, activista político y criador de conejos”, fue corresponsal de guerra en Nicaragua en 1979 y cubrió la invasión militar estadunidense en la isla caribeña de Granada en 1983.
Fue reportero de asuntos políticos y culturales en los diarios Crucero, UnomásUno y La Jornada.
Publicó en 1990 “La rebelión de los maniquíes”, una compilación de crónicas de guerra y de cobertura política en México y América Latina.
En 1994 cubrió el alzamiento zapatista en Chiapas en 1994 y escribió dos novelas sobre el tema: “Nosotros estamos muertos” (2001) y “Adiós cara de trapo” (2006).
En 2008 publicó “Los manicomios del poder” y en 2012, “AMLO: vida privada de un hombre público”.
Avilés Iturbe hizo varios sketches de teatro de carpa y cabaret.
Carlos Monsiváis, quien lo incluyó en sus antologías de crónicas, consideró a Jaime Avilés como uno de los narradores más importantes de México.
Fue cronista taurino bajo el seudónimo de Lumbrera Chico.
También fue precursor de la lucha por la despenalización de las drogas y por los derechos políticos y sociales de minorías.
Era director de la revista Polemón.
Avilés el día de ayer en el sur de la Ciudad de México. Le sobreviven sus hijos Juncia y Julio Avilés Cavasola.
Alrededor de las 13:00 horas de ayer, velaron su cuerpo en una funeraria ubicada en la avenida Miguel Ángel de Quevedo.
