CINE DE MAÑANA

La creación de nueva vida, es una de las obsesiones del hombre, como ocurría en Frankenstein, el moderno Prometeo de Mary Shelley.
Una modernización del tema ocurre en Réplicas un filme de Jeffrey Nachmanoff a cuya premier nos invitaron los buenos amigos de ZIMA.
De acuerdo al guión de Chad Saint John y Stephen Hamel, Will Foster (Keannu Reeves) es un genetista obsesionado en trasplantar el cerebro de una persona en un robot.
Sin embargo, sus esfuerzos fracasan una y otra vez, ante la desesperación de su jefe Jones (John Ortiz), que amenaza con terminar el proyecto.
Durante unas cortas vacaciones con su familia, el médico sufre un accidente automovilístico y mueren su esposa Mona (Alice Eve), sus hijas Sophie (Emily Aylind Lind) y Zoe (Aria Lyric Abeu) y su hijo Matt (Emjay Anthony).
Desesperado, Will se niega a aceptar la realidad y convence a un colega (Thomas Middleditch) a que clone los cuerpos, en lo que encuentra la forma de trasplantar los recuerdos a los clones.
Pero solamente hay tres receptáculos, y Will deberá decidir a cuál de sus hijos sacrificar.
La cosa se complica más cuando Jones se entera de la existencia de los clones y quiere recuperarlos.
El productor de El turista mantiene el suspenso, utilizando adecuadamente al intérprete de Matrix y otros filmes fantásticos, aunque nunca consigue la poesía de la mayor parte de los Frankensteins y recuerda filmes más modernos como Robocop.
Replicas resulta pues un filme fantástico no del todo logrado, pero que mantiene entretenido al espectador durante sus 90 minutos.