La colonia que tiene forma de telaraña
- La colonia no tiene radiación circular, sino octagonal, ya que sus 16 calles van del centro hacia afuera y otras 5, de forma circular, siguen la forma del centro hacia el exterior
La Ciudad de México tiene una traza que a veces no se logra comprender del todo, incluso podría considerarse un tanto confusa para quien no esté acostumbrado a andar por sus transitadas calles.
Sin embargo, entre todas las colonias de nuestra ciudad existe una que cuenta con una traza urbana excepcional del tipo plano radiocéntrico, esto significa que sus calles convergen en un centro, y las perpendiculares parten de este centro a la periferia.
En décadas pasadas, los terrenos que hoy conforman la Colonia Federal- ubicada en la alcaldía Venustiano Carranza, y las ahora instalaciones del Aeropuerto-, sólo eran llanos, conocidos como los llanos de Balbuena que pertenecían a los Braniff, familia de la época porfiriana.
En 1908, el terreno con medida de 72 hectáreas pasó a ser propiedad de la federación y en mayo de 1924 se planteó aprovecharlo para la construcción de una nueva cárcel municipal; pero ninguno de estos planes se llevó a cabo porque en junio del mismo 1924, los empleados de la Secretaría de Gobernación comenzaron a gestionar la compra de este terreno, ubicado en un paraje conocido como “Cuatro Árboles”, para poder construir las casas, no sólo de los empleados de esta dependencia, sino también funcionarios públicos.
Estos trabajadores crearon una comisión que fue recibida el 24 de junio de 1924 por el entonces presidente de la República, Álvaro Obregón. La comitiva estaba encabezada por los licenciados Juan B. Castelazo, Julio Santosco, además de los señores Francisco Mancilla y Clodoveo Valenzuela, organismo que solicitaba le fuera vendido el terreno para fraccionarlo y construir casas.
El Consejo de Administración de la Sociedad Civil Colonia Federal estableció sus oficinas en la propia Secretaría de Gobernación y estaba constituido por los señores Mancilla, Matus, Ávila Bablot y Bárcenas, empleados de la misma secretaría.
En esos días, el señor Raúl Romero Erazo (abuelo de Fernando Romero, arquitecto que diseñó el museo Soumaya) se encargó de fraccionar los terrenos de las Colonias Federal y Cuatro Árboles, para luego iniciar la venta de los lotes y que los trabajadores de pudieran construir sus casas.
Las obras de urbanización de la colonia iniciaron en 1925, las cuales arrancaron el domingo 8 de febrero de ese año. A pesar de las precarias condiciones, la Colonia Federal fue fundada el 16 de febrero de 1925, estando presentes autoridades del gobierno de la Ciudad de México.
Como esta colonia sería en algún principio para los empleados federales, las calles fueron nombrándose de acuerdo a la dependencia de gobierno a la que pertenecían los habitantes o los trabajadores que adquirían los lotes ya fraccionados por el señor Romero, quien planificó la Colonia Federal y su singular traza, probablemente inspirado en la Plaza Charles de Gaulle de París o el municipio de Palmanova en Italia.
En entrevista para este diario, el especialista en traza urbana René Sánchez Vertíz dice que la principal ventaja del diseño radiocéntrico es la proximidad al centro y su estética.
La colonia no tiene radiación circular, sino octagonal, ya que sus 16 calles van del centro hacia afuera y otras 5, de forma circular, siguen la forma del centro hacia el exterior. El experto dice que el trazado de la Federal es único en nuestro país. También afirma que existen algunas desventajas, ya que la gente se desubica con facilidad porque las manzanas tienen forma trapezoidal y las distancias en la parte central son más próximas, razón por la cual los recorridos en la periferia se hacen más largos.
Sánchez Vértiz considera que una nomenclatura numérica (calle 1, calle 2, calle 3, etc) termina con el problema de la desubicación, pero cuando las calles tienen nombres diferentes, como es el caso de la Federal, el transeúnte puede desorientarse.
En el caso de lugares más amplios, que no pasa en la Colonia Federal, podría presentarse gran carga vehicular que se concentraría en el centro. Por esta razón es que estos diseños no son tan comunes, afirma el urbanista.
El trazado de la Colonia Federal fue post revolucionario, en las décadas de los años 20 y 30 cuando la tendencia era hacer diseños muy organizados, heredado de lo que venía sucediendo desde el siglo XIX con la Revolución Industrial y la organización de las viviendas de los obreros.
En este periodo imperaba una idea de orden y reorganización después de la Revolución que se reflejó en el orden urbano de la capital.
Entre 1960 y 1962, el regente capitalino Ernesto P. Uruchurtu ordenó la urbanización de la Federal y se construyeron escuelas y la parroquia también. Además de que por su cercanía con el aeropuerto, estas edificaciones no podían tener más de tres niveles. Es así como la Federal es una joya de la traza urbanística de los años 20 que aún podemos ver en la capital.