Home Nuestra Palabra Mochilazo en el tiempo

Mochilazo en el tiempo

0

 

 De ruta lacustre a Parque Lineal La Viga

 

Aún no ha sido inaugurado y el Parque Lineal de La Viga ya luce descuidado. Aquí estuvo el Paseo y el Canal de La Viga, importante ruta comercial lacustre por más de tres siglos

 

EL UNIVERSAL

 

El Parque Lineal de La Viga está situado en un punto histórico del pasado lacustre de la capital: el antiguo Canal de La Viga. Sobre la calzada que hoy lleva su nombre, alguna vez corrió una de las principales rutas comerciales y de recreo de la ciudad.

Sus aguas llegaban a los lagos de Chalco y Xochimilco y, como cualquier avenida de hoy, también cambiaba de nombre, según el tramo donde cruzara: Canal de Santa Anita, Canal de Iztacalco y al adentrarse a la ciudad tuvo el de Acequia Real. Otros nombres eran Mexicaltzingo y Canal Nacional, por los “brazos” que tenía.

Donde convergen actualmente la Calzada de La Viga y la de Chabacano, se encontraba la antigua Garita de La Viga, edificación que funcionaba como aduana para las alargadas canoas “cargadas de mercancía— que pretendían entrar a la Ciudad de México. Casi a fines del siglo XIX el impuesto que se cobraba variaba si el producto eran verduras, flores, bebidas, hierbas u otros. “Eso… originó la presencia de mercados como el de Jamaica o el de la Merced”, dice en entrevista con EL UNIVERSAL Juan Carlos Briones, vecino de la zona.

Frente a la Garita de La Viga estaba un puente de piedra, que afirma Juan Carlos, tenía dos túneles: uno era de entrada —donde se pagaba el peaje— y el otro de salida, —donde las canoas pasaban vacías—. Eran tan bajitos que los comerciantes tenían que acostarse o agacharse dentro de sus embarcaciones para cruzar. En el siglo XX, dicho puente se cambió por uno de piedra y hierro forjado para que pasara el tranvía que iba de la Ciudad de México a Iztapalapa.

El Paseo de la Viga. El canal tenía una doble función: la de ruta para proveer a la ciudad y también el ser un lugar de paseo. El paseo iniciaba en el embarcadero, frente a la actual Prepa 7 de la UNAM, y terminaba donde estaba la Garita. Al inicio era ancho y conforme se adentraba al centro se hacía angosto en varias direcciones. Por un lado corría el canal y, en paralelo, los carros, caballos o peatones, cada uno con su carril de ida y de regreso.

Una de las festividades más concurridas del paseo era la del Viernes de Dolores, de Santa Anita Zacatlalmanco. Todo se llenaba de música, baile, vendimia de flores, comida típica, trajineras alegóricas -que no eran tan grandes como las conocemos hoy en día- y se llevaba a cabo el concurso de la “India Bonita”, antecedente de “La Flor más Bella del Ejido” en Xochimilco. Juan Carlos comenta que “el sitio era pintoresco y porque muchos de los comerciantes vendían una parte de su mercancía para pasar menos ‘cargados’ a la Garita y pagar menos peaje. Esa actividad fue el origen del mercado de Jamaica, que luego se instaló a la orilla del canal hasta Avenida del Taller. En ese punto estaba el famoso Puente de Jamaica”.

Entre los años cuarenta y cincuenta se desecó casi todo el antiguo Canal de La Viga. Hoy sólo conocemos el tramo conocido como Canal Nacional.

“Hubo un momento donde el canal se volvió un muladar, había lirio por todas partes, suciedad y hasta animales muertos flotando. Estaba totalmente contaminado y para los pueblos cercanos al canal significó dos cosas, librarse de un ambiente insalubre, pero también verse afectados porque eran zonas de tradición lacustre y comercio. Cabe resaltar que este canal fue el principal proveedor de alimento y bebida de la ciudad por cuatro siglos”, concluyó Juan Carlos en un recorrido con EL UNIVERSAL del camellón del ahora Parque Lineal La Viga.

El proyecto del Parque Lineal La Viga se presentó como un “oasis” para dos delegaciones con mayor índice delictivo: Venustiano Carranza y Cuauhtémoc. Se planeó para la recuperación del espacio público a través de espejos de agua, fuentes donde “la gente pudiera mojarse”, áreas verdes, una pista de skateboarding, un foro al aire libre, juegos infantiles, internet de banda ancha y un sistema de captación de agua pluvial, todo con el objetivo de reducir los índices delictivos en esta zona.

En otra nota de EL UNIVERSAL “Para agosto, Parque Lineal La Viga; costará 70 mdp: AEP”, se informó que la Autoridad del Espacio Público se comprometió a entregar el Parque Lineal de poco más de 500 metros, en agosto pasado y que se contaba con 70 millones de pesos “provenientes de recursos federales y locales (…). De acuerdo con el proyecto de la AEP, el Parque Lineal cuidaría la seguridad de los paseantes con iluminación y cámaras”.

Sin embargo, en junio pasado EL UNIVERSAL publicó en su nota: “Posponen entrega de Parque Lineal La Viga”, que Roberto Remes Tello, coordinador general de la AEP, aseguró que el proyecto estaría terminado “hacia septiembre” y que el motivo del atraso fueron cambios en la construcción del foro al aire libre y el hallazgo de vestigios de la antigua Garita o Puente de La Viga, por lo que el INAH tuvo que involucrarse y “determinar su valor histórico”; pero ya se tenía conocimiento de dichos restos desde la construcción de la Línea 9 del Metro a fines de los 80.

Juan Carlos mencionó que la desecación del Canal fue porque estaba totalmente sucio. Casi 60 años después, las cosas no han cambiado. Aquí, donde antes se encontraba un amplio camellón con juegos, hoy se construye el Parque Lineal de la Viga en dos tramos: de avenida del Taller a Roa Bárcenas y de Roa Bárcenas a Calzada Chabacano. El primer tramo tiene tres meses y ya está descuidado. El concreto de las fuentes está resquebrajado, la mayoría de los espejos de agua y zonas verdes lucen con basura y excremento. En el segundo hay árboles caídos y montañas de basura.

EL UNIVERSAL habló con Isaac, vecino de la zona para preguntarle su opinión: “El camellón tiene pocos meses habilitado y… está… lleno de basura, hasta (con) animales muertos y la gente ya empezó a mover y rayar cosas… se han robado parte de la iluminación”.

Indicó que nunca se han prendido las fuentes y que lo único funcional han sido los juegos y las bancas.

Del famoso Canal de la Viga sólo queda el nombre. Con los años el agua desapareció y el asfalto tomó su lugar. Pero en la zona se preserva el pasado lacustre a través de relatos de los vecinos y en los murales de artistas urbanos en varias casas de este tramo de Calzada de la Viga.