Pulso del Mezquital
Lo realmente importante en estos tiempos, no es hacer el bien sin ver a quien, sino aprovechar las oportunidades y llamar la atención a cualquier precio, aunque sólo se traten de falacias y mera faramalla, haciendo pasar como milagritos lo que realmente no son, una filantropía disfrazada en busca de adeptos.
En estos tiempos faltos de fe, nos reconforta el alma, saber que existen personas e instituciones que su generosidad no tiene límites, que sin distinción ayudan a los necesitados, que promueven los principios humanos más grandiosos, como es el caso del Consejo Supremo Hñahñu (CSH), además promotora de los más altos valores de la democracia por ser fábrica de políticos, también lo son al momento de tender la mano al hermano en desgracia, como es el caso de tres indígenas de Tecozautla, que pasaron tres años en prisión por un delito que no cometieron, a quienes lograron sacar de la cárcel, aunque en realidad sólo los esperaron en la salida, porque ya habían cumplido su condena.
Los resentidazos sociales seguramente dirán, que es una perversidad hacerse publicidad de la desgracia humana, por difundir el apoyo brindado por el CSH en este proceso jurídico, que eso y nada es lo mismo, pues los tres indígenas, entre ellos una mujer, prácticamente cumplieron su sentencia en la cárcel. Margarita Hernández Lugardo, prácticamente tiene una vida dulce desde que entró a la cárcel, teniendo azúcar más que un garapiñado, pero no crea que por la felicidad, sino porque del coraje, las mortificaciones y la depresión, le provocaron diabetes, ahora su salud está mermada.
El caso de Celso Mejía Caballero, tampoco es nada simple, una ingrata pérfida lo abandonó y Juan Hernández Caballero, el que era su hogar, hoy otro es quien lo habita. Obviamente una organización por muy generosa que sea, no todo puede cargar con todo, porque una cosa es ayudar no hacer milagros. Algunos dirán que si realmente quisieran ayudar, a Margarita le deberían garantizar el acceso a un tratamiento médico gratuito que le garantice una vida plena; a don Celso, pues si se pudiera una nueva para olvidar a la vieja y a don Juan, sino es mucho pedir un hogar, pues después de salir de cárcel tendrá el cielo por techo, porque no tiene a donde dormir.
El CSH, no tuvo empacho en difundir el drama que vivieron, sino al que están condenadas estas tres personas, que pasaron tres años en la cárcel, enfrentando un delito federal, acusados de fraude fiscal por casi 500 millones de pesos, de los que no le vieron el polvo. A ojo de buen cubero, si estos tres indígenas hubieran robado dinero, hasta cree que estuvieran campantes en su pueblo dejándose agarrar, mínimo ya hubieran sido diputados, funcionarios públicos o secretarios de Turismo mínimamente.
Y justamente hablando de estos temas, vaya que hay un enorme regocijo, por parte de algunos prestadores de servicios turísticos, quienes están agradecidos por las políticas y programas implementados por la Secretaría de Turismo de Hidalgo, de la que coincidentemente el titular es Roberto Pedraza, líder moral del CSH. Para que algunos cursos de capacitación, incluso gestiones ante esta Secretaría, primero deben hacerse los trámites ante el Consejo Supremo, de lo contrario estarían condenados a la dilación común de la burocracia, no crea que se trata de una política de cooptación, son meras coincidencias.
En Corto:
* Este martes, el gobernador José Francisco Olvera Ruiz, recibirá en su despacho a una comisión de vecinos de Orizabita, con quienes va a dialogar sobre la situación política que se vive al interior del poblado.
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