Tlahuelilpan
• El lunes se cumplió un mes del día que marcó la historia del municipio
Cómo saber si las palabras del párroco, Valdez Tovar, durante la homilía, hallaron eco entre los familiares dolientes, a quienes exhortó: “aprendan a vivir esta tragedia con la ayuda de la misericordia, en una amistad con el Señor”. Dijo que de lo contrario “la Cruz que carga cada una de las familias no podrá sobrellevarse”. Por una extraña razón muchos recordaron el “ya supérenlo” que el expresidente Enrique Peña Nieto dedicó a los familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa
La tristeza, la desesperanza y la nostalgia es lo que manifestaron familiares de las víctimas. Confiesan que no podrán arrancarse estos sentimientos, luego de terrible desgracia de la explosión del ducto de Pemex, que ocurrió el pasado 18 de enero en la comunidad de San Primitivo.
A un mes de la tragedia que ha dejado hasta el momento 131 personas fallecidas, 15 lesionados que aún permanecen en hospitales en estado grave y 68 restos que no han sido identificados, más el número de desaparecidos del que no existe un número exacto, ya que los pobladores de Tlahuelilpan dicen que ellos tienen una cifra y las autoridades, otra.
Los familiares de las víctimas no dejan de llorar y lamentar lo que ocurrió aquella tarde de viernes, cuando primero todo era fiesta por hacerse llegar de unos cuantos litros de gasolina, pero después de la explosión, todo se convirtió en gritos desgarradores.
Para pedir por las almas de quienes perdieron la vida en el lugar del desastre, se llevó a cabo, alrededor del mediodía del lunes, un “Rosario” y más tarde, en el templo de San Francisco de Asís, en el centro del municipio se ofició una misa en la que, de igual manera, se pidió por la recuperación de los heridos.
Durante la misa, el párroco Marcelino Valdez Tovar dijo:
“A un mes de peregrinar en la búsqueda y en medio de la tristeza por vivir la tragedia, se debe encontrar el camino para seguir adelante, tomados de la mano de Jesús, dejando de ver ese sepulcro para ver al que está al lado, buscando la ayuda de la misericordia”.
Valdez Tovar, durante la homilía, exhortó a los asistentes a que aprendan a vivir esta tragedia con la ayuda de la misericordia, en una amistad con el Señor. Dijo que de lo contrario la Cruz que carga cada una de las familias, no podrá sobrellevarse.
Puntualizó: “Es importante que se empiece a encontrar porque es importante salir adelante. Pareciera que muchas de las madres no pueden dejar de mirar el sepulcro. Hay que ver a Jesús, sin dejar de mirar con tristeza por el que se ha ido; pero hay que mirar a aquel que está a un lado, a esa persona que quiere compartir su vida”.
Reconoció que la desgracia dejó una marca en el corazón de cada una de las familias que perdió a un ser querido. Citó que se debe vivir la realidad, porque el tiempo puede herir pero también sanar, y que para eso se debe sacar todo para experimentar la paz. Y que para eso deben reencontrarse con Jesús.
Mientras tanto, las familias dolientes en la zona donde ocurrió la fatalidad, han colocado decenas de cruces, arreglos florales y veladoras, con la esperanza de que quienes se han ido descansen en paz.