Nueva York.- La migración va a alcanzar este año niveles récord. El Banco Mundial anticipa que la diáspora que teje el planeta superará los 250 millones de personas cuando acabe 2015. Este colectivo generará remesas por valor de 601.000 millones de dólares, un incremento de casi el 2% con respecto al año anterior. El principal destino de ese dinero son países en desarrollo.

Estados Unidos es el país que genera más remesas, con 56.000 millones de dólares en fondos que los inmigrantes mandaron al exterior para apoyar financieramente a sus familias en los países de origen. Le sigue Arabia Saudí, con 37.000 millones, y Rusia, con 33.000 millones. India es el principal receptor, con 72.000 millones, seguido por China, con 64.000 millones, y ya de lejos por Filipinas, con 30.000 millones.

Las remesas son una fuente esencial de financiación para los países más atrasados, hasta el punto de triplicar la ayuda internacional al desarrollo. “Junto al medio billón en ahorros anuales que acumulan los inmigrantes, son un sustento para millones de vidas en esos países”, señala DipilRatha desde el Banco Mundial, que destaca sus beneficios del lado del conocimiento y la transferencia de tecnología.

Lo relevante es que los países en desarrollo con más crecimiento están logrando atraer también más emigrantes hacia sus economías. Eso está provocando cambios en los movimientos de personas. La migración entre los países en desarrollo del Sur es mayor que la que busca fortuna en las economías avanzadas del Norte. La relación es del 38% en el corredor Sur-Sur frente al 34% del corredor Sur-Norte.