Miedo para convencer a los ciudadanos en su elección

NÚMEROS CLAROS
La extorsión y el miedo serán siempre los instrumentos del poder para manipular la opinión de los ciudadanos. Pedir campañas limpias a los partidos y sus candidatos será una petición que difícilmente atenderán, sobre todos si sus campañas se dirigen a los más de 55 millones de pobres del país, los cuales son los más marginados del acceso a la educación y a la cultura.

“En el mundo de los ciegos el tuerto es rey”, así lo señala el adagio. Las elecciones generales están a la vuelta de la esquina y el PRI parece cada día más hundirse en el fango de la corrupción, mientras se discute en San Lázaro la Ley de Ingresos de la Federación (LIF), donde se pretende indexar el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) para las personas físicas a la inflación y convencer a los ciudadanos de sus beneficios.
    Los mexicanos se quedarán esperando los frutos de las reformas aprobadas en 2013. Los beneficios que nunca se reflejaron en la mesa de la reforma fiscal y de la energética nunca llegaron a los hogares, pero sí se reflejaron en menores ingresos por el pago de mayores tarifas eléctricas, precios del gas y de la gasolina; pero sobre todo, por menores oportunidades de empleo y un incremento del desempleo, cubierto por las encuesta del INEGI que no reflejan la realidad del incremento del trabajo informal de millones de hombres y mujeres en el país.
    Al respecto, y de cara a las elecciones generales de 2018, el Secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, ha advertido que la reforma energética es irreversible, pues está blindada y no podrá echarse atrás, debido a que las licitaciones y “subastas representan inversiones comprometidas por más de 80 mil millones de dólares”, por lo que el gobierno entrante debe respetar para no enfrentar conflictos en tribunales internacionales.
    ¿Acaso al presidente Donald Trump en los Estados Unidos le importan los tribunales internacionales para echar al basurero al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, para construir su muro fronterizo o salirse de los Acuerdos de Paris sobre el cambio climático?; por supuesto que no. Al igual que el presidente de los Estados Unidos, el nuevo presidente que llegue a Los Pinos deberá poner entre sus prioridades: “México primero”.
    ¿Por qué respetar las reforma energética como ha sido concebida en su integridad?; en realidad no hay razón para cubrir a políticos y empresarios que han hecho negocios con la reforma política; lo más relevante debería ser revisar la reforma energética para garantizar el incremento de los ingresos de los hogares, para reducir la inflación y propiciar el desarrollo acelerado de las energías renovables y del propio país.
    La extorsión y el miedo serán siempre los instrumentos del poder para manipular la opinión de los ciudadanos. Pedir campañas limpias a los partidos y sus candidatos será una petición que difícilmente atenderán, sobre todos si sus campañas se dirigen a los más de 55 millones de pobres del país, los cuales son los más marginados del acceso a la educación y a la cultura.
    El pesar de la pobreza los llevará a aceptar 500 pesos por sus votos o una despensa de 200 pesos a cambio de ello; mientras que su desarrollo cultural  los hará presos del miedo a los desconocido, a que les quiten sus tierras y a sus hijos, porque la clase política ha demostrado en elecciones pasadas que no tienen escrúpulos y que están dispuestos a hacer todo por llegar al poder; pero no porque quieren servirle a los millones de pobres y mexicanos desde el poder para impulsar su desarrollo, sino porque quieren seguir sirviéndose del poder; ese ha sido y seguirá siendo su modo de vida hasta que el pueblo no diga basta.
    Por eso, mientras los diputados discuten como indexar el ISR a la inflación, para que cuando la inflación acumulada supere el 10%, a partir de diciembre de 2013, el pago del ISR para las personas físicas se actualice y ver incrementar aún más sus impuestos, gracias a una inflación que ha alimentado la reforma energética y la liberalización de los precios de los hidrocarburos; se realizan foros para que, de nuevo, los funcionarios de la SHCP intenten convencer a los ciudadanos de lo positivo de esa medida.
    Hoy el 57% de los ingresos hacendarios provienen del pago del ISR, pero si se incrementa por la inflación, la cual llegó a 6.35% en septiembre pasado, la inflación acumulada a ese mes desde 2013 habría llegado a 14.7%, según el INEGI, por lo que el contribuyente pagaría Más impuestos y vería reducir sus ingresos.
    Nadie piensa en los mexicanos de menores ingresos o excluidos hasta hoy. El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), ha propuesto que el gobierno, en lugar de incrementar  los impuestos, reduzca el ISR a los trabajadores que ganen menos de 10 mil 298 pesos mensuales, con ello se podrían beneficiar a 15.5 millones de trabajadores formales, un 74% del total registrado en el IMSS y en el ISSSTE.
    ¿Por qué los mexicanos tenemos que pagar más impuestos y las consecuencias de reformas económicas más instrumentadas?, quizá para encubrir los errores de la clase política nacional o la corrupción que la carcome como si sufriera de lepra.  Braskem, una empresa filial de la brasileña Odebrecht, según su ex director Carlos Fadigas, financió la campaña del presidente Enrique Peña Nieto en 2012.
    Sí eso es así ¿Qué encierra realmente la reforma energética? ¿Cuántos políticos y empresarios se han beneficiado de ella de manera ilegal?. Los mexicanos deben saber que una cosa son las leyes del mercado y otra cosa la corrupción, las ventas públicas reservadas, la obtención preferencial de proyectos por parte del gobierno, su asignación. Una cosa es la competencia y dejar a los consumidores que elijan el mejor producto que satisfaga sus necesidades al menor precio y otra es, muy distinta, condicionar su elección en el mercado; incluso, condicionar sus preferencias políticas a través del miedo.

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