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MI PADRE QUERÍA….

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ALFIL NEGRO

Mi padre quería, recuerdo,

que Yo fuera campesino 

que hiciera surcos de vida

de esperanza y vida verde.

Que muy temprano y con frío 

con el día todavía lejos,

salir al camino viejo

hacia la tierra bendita

a sembrar maíz y trigo,

a sentir como la tierra

canta un salmo de esperanza

y como crece evangelio,

la mazorca y habas tiernas,

y ver el mar hecho trigo

tempestad de manos tiernas,

saludando al sol amigo

y en ocasiones la lluvia.

Mi padre quería,recuerdo,

que Yo fuera campesino,

que no dejara su tierra

sueños, ilusión y canto

por donde pasó muchas veces,

con sus manos de milagro,

sembrando profeta santo

con amor por esa tierra,

que lo cobijó por siempre,

horizonte de colores

los  colores de su campo.

Mi padre quería, recuerdo,

que Yo fuera campesino,

y lo miraba temprano

con la luna pan de trigo

todavía allá en el cielo

salir feliz al trabajo,

y luego ya por la tarde

retornar como un guerrero

fuerte, feliz con su campo,

fuente de luz y esperanza.

Después la vida altanera

cambio el tono del sendero,

la escuela, el francés, el griego,

idiomas que Yo ignoraba

se cambiaron por los surcos

y del canto de los trigos,

letanías de rezo y ruego

y dormido en el recuerdo

el sueño del campesino.

Pero en el fondo no olvido

que yo nací campesino,

que mi padre lo añoraba

y que en el fondo del alma

abro surcos de esperanza,

intento sembrar la vida

ilusiones de poeta,

mis hijos cosecha fresca

de amor y destino cierto,

de que el camino del campo

una tarde lo recuerdo

trajo a mi vida la risa

y el amor de mi esposa.

Y que aunque las cosas cambian

sigo siendo campesino,

con un credo de los surcos,

Porque creo en la tierra santa

porque creo en la lluvia y agua

en los frutos de los trigos,

el vaivén de la cebada,

los capisayos guerreros

la cosecha en los maizales.

Mi padre quería, recuerdo,

que Yo fuera campesino 

y ya pasados los años,

casi en recuento de vida,

le puedo decir gritando

que muchas cosas cambiaron

pero el alma nunca cambia,

y me alegra confesarle

que el corazón y el alma

son de lo que él quería,

un campesino de pueblo

ojos de elotes de campo,

los pies guías de calabazas,

las manos hojas de frutas,

y el alma canto de vida

el susurro de trigales,

que cada mañana canta

al gran sembrador de vida,

el campesino sagrado

que sembró soles y estrellas

y destino del camino.

Mi padre quería, recuerdo,

que Yo fuera campesino….