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Donald Trump: De la guerra comercial a la escalada armamentista
 

Dos potencias podrían llevar su enfrentamiento comercial a otros niveles por la miopía del presidente estadounidense, Donald Trump. Las tensiones entre Estados Unidos y China no son solo comerciales, ni tecnológicas, también son geopolíticas y militares. Si el presidente Trump desea provocar una guerra para ganar las próximas elecciones, eligió al rival menos indicado.
 
China no sólo es hoy el principal acreedor de los Estados unidos, sino su principal rival en influencia económica, política y militar en varias regiones del mundo, en particular en Asia y África. Washington, que cuestiona las ambiciones territoriales de Pekín, envió el miércoles dos barcos militares al Estrecho de Taiwán, que ha provocado la ira de China, que reclama la posesión de casi todo el Mar de China para ella.
 
El comandante de la marina de los Estados Unidos, Clay Doss, en un comunicado de prensa señaló que la marina de los Estados Unidos continuará volando, navegando y operando donde lo permita la ley internacional, en alusión de que no respetará los límites marítimos que establezca China. En 2018, en una zona de 180 km que separa a Taiwán del continente, se incrementaron los viajes de barcos estadounidenses, según los reportes internacionales; incluso, en abril pasado Beijing denunció el cruce por el Estrecho de Taiwán de una fragata de la marina francesa, que Francia justificó invocando el derecho marítimo internacional.
 
Empresas de los Estados Unidos y de China sufren por la guerra comercial que podría llegar a más. Las tensiones en el mar de China resurgen cuando la guerra comercial entre los dos países ha arreciado, luego que el presidente Donald Trump aumentó los aranceles a muchos productos chinos y China ripostara, anunciando represalias de la misma naturaleza, lo cual ha afectado a empresas como Huawei, al gigante de video vigilancia chino, Hikvision, así como a empresas estadounidenses de la agroindustria ¿Cuál será la próxima víctima del presidente  Trump, estará consciente de los riesgos de iniciar una escalada militar frente a China?
 
Esta semana en París, el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Ángel Gurría, señaló que la guerra comercial llegaba en un mal momento, cuando la economía mundial aún se encontraba postrada por los efectos de la crisis de 2008; mostrando su preocupación por los efectos de una guerra comercial y haciendo un llamado a los líderes del mundo, para que no provoquen una guerra comercial devastadora; precisando que “las inversiones de hoy son el crecimiento del mañana; por lo cual es urgente sentarse a la mesa de las negociaciones multilaterales”, en lugar de atizar una guerra comercial que no beneficiará a ningún país; pues las tensiones comerciales han interrumpido el crecimiento, al elevado la incertidumbre y reducido la confianza de los inversionistas, según Gurría.
Quien no haya estado observando el desarrollo de China en estos últimos 25 años ignora su potencial económico y militar actual. China no sólo ha venido registrando las mayores tasas de crecimiento económico en las últimas tres décadas, sino que se ha convertido en la locomotora del crecimiento mundial; a la vez, su desarrollo tecnológico y el de su ejército, lo convierten en un difícil rival para un país como los Estados Unidos, cuyo gobierno sigue mostrando su incapacidad para lidiar con el libre comercio que defendieron y propusieron al mundos sus gobiernos anteriores, con los efectos de la globalización y la reconversión de su aparato productivo para entrar de lleno en la cuarta revolución.

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