México frente al mercado chino

La llegada del presidente Donald Trump a la Casa Blanca ha vuelto a su realidad a México, un país que venía dando la espalda a América Latina y el Caribe, al sentirse más parte de los países ricos de América del Norte que latinoamericano

China, un socio comercial potencial de México, echado en el olvido durante los años de romance con los Estados Unidos. Hasta hace muy poco, México enviaba a China sólo el 1% del total de las exportaciones totales del país, 6.5% hacia los países de América Latina y el Caribe y el 83% a los Estados Unidos y Canadá, sus socios comerciales dentro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

La llegada del presidente Donald Trump a la Casa Blanca ha vuelto a su realidad a México, un país que venía dando la espalda a América Latina y el Caribe, al sentirse más parte de los países ricos de América del Norte que latinoamericano; cediendo su influencia regional a Brasil, Argentina, Venezuela y Ecuador; olvidando que su hegemonía en América Latina durante las tres últimas décadas del siglo XX la había forjado gracias a una política latinoamericanista, que los hizo protagonista indiscutible en los procesos de paz en América Central.

Ahora, el campeón de los Tratado de Libre Comercio, con 16 firmados con diversos países del mundo, está obligado a diversificar sus exportaciones y buscar espacios para el 80% de ellas, las que cada año envía a los Estados Unidos, en virtud de un posible fracaso de la renegociación del TLCAN; y en ese contexto, el enorme mercado de China aparece como una posibilidad tangible por explotar.

Precisamente, este domingo y lunes, la capital de China, Beijing, será la sede de  una cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de varios países, que trata de revivir uno de los primeros caminos que abrieron paso al comercio internacional actual y posibilitaron el descubrimiento de América, en la conferencia sobre la nueva ruta de la seda, también conocida como “Una correa de un camino” (OBOR), la cual tiene como objetivo crear nuevas oportunidades de desarrollo para las  provincias pobres de China occidental, pero que involucra a todos los países que un día estuvieron a lo largo de esa ruta milenaria.

Más que una conferencia, en realidad se trata de un foro internacional sobre un proyecto ambicioso de infraestructura y comercio que une a Asia, África y Europa; el cual constituye una oportunidad para China, de aumentar su influencia fuera de sus fronteras a expensas de Occidente, ávido de las inversiones chinas para superar la crisis y el lento crecimiento de sus economías.

La conferencia, de la cual poco se ha dicho en México, ha sido calificada ya como la mayor reunión diplomática del año en China, la cual había sido anunciada por el presidente Xi Jinping en Davos, en enero pasado, cuando haciendo frente a la prédica proteccionista del presidente Trump, Jinping se convirtió en el defensor del libre comercio.

Esta conferencia sobre la nueva ruta de la seda, no tiene nada que ver con la Cumbre del Grupo de los 20 (G20) que se efectuará en Alemania del 7 al 8 de julio próximo, tampoco está relacionada con la Cumbre de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico (APEC); se trata de un foro donde se expondrán los grandes proyectos de infraestructura y comerciales para revivir la nueva ruta de la seda.

A este evento no sólo estarán presentes 28 Jefes de Estado y de Gobierno como el presidente ruso, Vladimir Putin, o los primeros ministros de España, Grecia, Hungría o de Italia, sino empresarios, instituciones internacionales, representantes de la sociedad civil, intelectuales, entre otros.

Uno se pregunta, ¿no es este el momento para que México comience a cambiar su forma de hacer política y estar presente en estos espacios, de promover a las empresas nacionales y atraer inversiones chinas al país? O es que el gobierno mexicano sigue esperanzado a que el presidente Donald Trump ablande su postura y deje la política comercial y migratoria intacta como hasta ahora ¿Y si no sucede así, está preparado el país para enfrentar el cierre de mercados en los Estados Unidos para sus exportaciones y para recibir millones de inmigrantes ilegales?

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