México frente al Comité de Desapariciones Forzadas de la ONU

NÚMEROS CLAROS

Formando parte de una delegación de 27 personas, encabezada por el Subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, Juan Manuel Gómez Robledo, de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, presentó ayer lunes al Comité de Desapariciones Forzadas de la Organización de las Naciones unidas (ONU) en Ginebra, Suiza, su informe respecto a México y su visión sobre lo que está pasando en el país en este tema, sin poder dar claridad a los participantes sobre lo que está haciendo el gobierno para poner fin al plagio y desaparición de miles de mexicanos en las últimas décadas.

 

            en la reunión privada con el Comité de la ONU, el ombudsman mexicano dio a conocer el informe y diagnóstico sobre la desaparición forzada de personas en el país, informando de las acciones que ha realizado la CNDH en relación con los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, desaparecidos en septiembre pasado en Iguala, Guerrero.

            Sin embargo, de acuerdo a los despachos de prensa, la delegación mexicana no logró responder satisfactoriamente los cuestionamientos de los miembros del Comité y de los dos relatores, Luciano Hazan y Rainer Huhle, los cuales inquirieron acerca de los registros oficiales sobre las personas desaparecidas de manera forzosa y las acciones del gobierno para solucionar este problema.

            No obstante, al margen de la incapacidad de la delegación para informar con precisión sobre este fenómeno que destruye la sociedad mexicana y la confianza de ésta en el gobierno, la Subprocuradora de Derechos Humanos, Prevención del Delito y Servicios de la Comunidad, la Lic. Eliana García Laguna, informó que la Procuraduría General de la República (PGR), está trabajando en la localización de 11 mil 309 personas, en base a registros que el gobierno actual ha documentado del 1 de diciembre de 2012, fecha en que asumió el poder el presidente Enrique Peña Nieto, al 31 de octubre pasado, sin especificar más datos.

            El diagnóstico presentado en Ginebra reconoce que México ‘enfrenta “una de sus etapas más críticas y desafiantes”, actualmente, donde la “impunidad, que la sociedad advierte, y los altos niveles de violencia e inseguridad que se viven, ocasionan que los derechos humanos sean vistos más como una situación discursiva o teórica que como un aspecto práctico y real, cuestionando la validez y vigencia de las instituciones, así como los innegables avances que en materia de derechos humanos se han presentado en las últimas décadas”, señala un párrafo del informe ejecutivo.

            Lo lamentable es que, en el mundo actual donde la información corre en tiempo real y las autoridades de los organismos internacionales como la ONU pueden tener a la mano información sobre lo que sucede en cada país, la delegación mexicana que comparece desde ayer lunes ante el Comité de Desapariciones Forzadas de la ONU, acuda a una reunión de trabajo sin llevar consigo todos los elementos que le permitan ser contundente en las respuestas que los funcionarios de ese Comité esperan de México.

            Pero, sin duda, lo peor de todo es que aún haya en el país más de 23 mil personas desaparecidas, sin que el fenómeno pueda erradicarse y se hable de avances en la lucha contra la delincuencia; en especial, cuando se pretende presentar a México ante los inversionistas como el mejor destino para sus capitales.

El México real es mucho más violento e impredecible que el México de Wall Street, este último ignora, o trata de ignorar, la miseria y la violencia, está más interesado en los beneficios que pueden obtener las empresas y los bancos en un país donde la impunidad todo lo permite para quien ostente el poder. De aquí que de este encuentro en Ginebra no deban esperarse más que recomendaciones para México, sin que éstas logren cambiar, por si solas, la realidad nacional respecto a los derechos humanos.

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