México en el laberinto de Donald Trump

NÚMEROS CLAROS

Los conflictos en Medio Oriente y la crisis migratoria iniciada en 2014, provocaron la llegada de la derecha al poder en varios países de Europa y la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Hoy México, los Estados Unidos y en menor grado Canadá, se ven enfrentados a los mismos problemas que los países europeos en esos años; sin embargo, el nuevo gobierno se ha convertido en el blanco de todas las críticas y hasta responsable de una crisis migratoria que tiene profundos problemas estructurales.
    De acuerdo a la Organización Para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), los flujos migratorios hacia los países de ésta organización, entre ellos México, han crecido en los últimos años. Por lo que, quienes señalan al presidente Andrés Manuel López Obrador como responsable de la entrada masiva de inmigrantes a México, como consecuencia de sus promesas de campaña, podrían estar equivocados, pues desconocen las raíces de los problemas que los impulsan a abandonar sus países y lo señalado por la OCDE.
    Este organismo afirma, que hoy los migrantes son cada vez más numerosos, 55% más en los últimos 15 años; pero, a diferencia de otros años, ya no son campesinos los que emigran, sino graduados universitarios y mujeres, siendo México uno de los que más emigrantes expulsa dentro de los países de la OCDE, debido a que ellos buscan prosperar y mejorar su nivel de vida. Algunos datos indican que, entre 2001 y 2016, la población inmigrante mayor de 15 años que reside en los 36 países de la OCDE, aumentó de 77 millones a 120 millones, siendo los Estados Unidos el principal destino.
    Precisamente, la crisis entre México y los Estados Unidos, desatada por el presidente Donald Trump, ha tenido como origen los miles de emigrantes que se acumulan en su frontera sur y la amenaza de aumentar los aranceles a las exportaciones mexicanas a su país, ha sido el arma blandida para exigir a México que ponga alto a un fenómeno que no depende de él, a lo cual el presidente López Obrador ha dicho que no es con un puño levantado y cerrado con que se opondrá al presidente de los Estados Unidos, sino a través del diálogo y con una mano abierta y franca, lo que ha desatado las críticas de la oposición.
    Finalmente, esa actitud del presidente de México ha logrado hacer una tregua y crear las condiciones para la cooperación entre los dos países, a fin de buscar una salida a un problema migratorio grave en Centroamérica. Los dos países han firmado una tregua, una pausa que evitará que México entre a una guerra comercial impulsada por el presidente Trump con China, abriendo un camino para la colaboración para frenar la inmigración ilegal.
Sin embargo, México tendrá que dar muestras de lealtad a los Estados Unidos y cerrar su frontera sur. Ahora será el gobierno mexicano quien deberá canalizar las solicitudes de asilo de los ciudadanos de América Central que deseen ingresar a los Estados Unidos, dándole tiempo a Washington para que revisen cada caso, proporcionando evidencias del cumplimiento del acuerdo; lo cual ha sido considerado por los críticos como un sometimiento del presidente de México a las exigencias del presidente Trump.
En realidad, no hay comparación entre las visiones de los dos presidentes, ni siquiera coincidencia en los objetivos que persiguen. Sin embargo, todo parece indicar que el Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, lo ha convencido para evitar una confrontación con Estados Unidos y llevar la fiesta en paz; ello ha provocado que más de un mexicano se indigne por la aparente pasibilidad del presidente ante las brutales ofensas de Trump hacia México y los mexicanos, debilitando el liderazgo de nuestro país en Latinoamérica al situarlo en una posición de debilidad y subordinación a los Estados Unidos, poniendo en evidencia que al presidente López Obrador no le interesa por ahora la política internacional, sino los asuntos internos del país, lo cual va seguir disgustando a muchos.
Ahí están las críticas, ellas vienen por todos los frentes contra el presidente de México, acusado de todo y por todo. Sin embargo, la única responsabilidad es el evitar el rompimiento con los Estados Unidos, país al que anualmente México envía el 80% del total de las exportaciones nacionales. Las críticas sobre la caída de la entrada de inversión extranjera y del lento crecimiento de la economía, también han salido a relucir.
Sin embargo, las críticas parecen ignorar los problemas de crecimiento de la economía mundial, la guerra comercial desatada por los Estados Unidos, declarado ahora enemigo del libre comercio, que ha trabado los intercambios comerciales.
Al respecto, valdría la pena considerar que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), en su informe anual sobre inversión extranjera directa (IED), señala que se ha producido una disminución del 13% en 2018 de aproximadamente 1.3 billones de dólares por tercer año consecutivo, producto de la repatriación en gran escala de los ingresos en divisas acumulados por las empresas multinacionales de los Estados Unidos, producto de la reforma fiscal del presidente Trump.
Entonces, ¿quién es el responsable de este desastre mundial?

Related posts