•    La canciller encomió a todas las fuerzas políticas a “moderar el lenguaje” y no caer en una guerra partidista con fines electorales

“Si Turquía viola los derechos humanos, se dice por su nombre. Y si un golpe de Estado fracasa, también decimos que es bueno que fracasó”, apostilló Merkel, acusada de haber convertido a Alemania en rehén de Turquía ante la imposibilidad de frenar por sí sola la llegada de refugiados al país.
El avance de la formación populista de derechas Alternativa para Alemania (AfD), partido que con las elecciones celebradas el pasado domingo en Mecklemburgo-Antepomerania amplía su presencia a nueve de los dieciséis Laender alemanes, es responsabilidad de todas las fuerzas parlamentarias y no sólo de la Unión Cristianodemócrata (CDU), a la que superó en votos.
Eso es lo que dijo la canciller Angela Merkel en una alocución ante el Bundestag con motivo del debate sobre los presupuestos para el próximo año, y en la que advirtió que el populismo de AfD es un “desafío” para todos pues el trasvase de votos a esa formación proviene de todos los flancos.
Merkel encomió por ello a todas las fuerzas políticas a “moderar el lenguaje” y no caer en una guerra partidista con fines electorales, pues “para recuperar la confianza de la ciudadanía e impedir el triunfo de quienes recurren a eslóganes y respuestas fáciles, hay que decir la verdad”
Y la verdad es que “estamos mucho mejor que hace un año” subrayó Merkel, que hizo un repaso de las medidas adoptadas por su gobierno para afrontar la crisis de los refugiados, reducir el número de llegadas, agilizar la expulsión de quienes no tienen derecho al asilo y abrir las puertas a la integración.
Merkel refirió al muy criticado acuerdo sobre refugiados entre la UE y Turquía para hacer una defensa del mismo sin tapujos y no sólo porque “Turquía es el país que está controlando nuestras fronteras” sino porque desde la entrada en vigor de ese pacto “prácticamente no se ha muerto ahogado nadie en el Mar Egeo”.