RETRATOS HABLADOS
• A veces se recurre a juegos de palabras que pretenden ser ingeniosos para intentar ocultar el eje central de todo
Mentir se ha convertido en una práctica permanente en el ejercicio de la política. Algún tiempo se hacía digamos con prudente sigilo con la intención de que nadie se diera cuenta, y aún cuando la falta cometida era la misma, por lo menos quedaba la idea de que la acción avergonzaba a quien la cometía.
Los tiempos cambian y mentir en plena vía pública, a los ojos de todos, incluso de frente a los medios informativos en una conferencia de prensa, es algo que observamos de manera constante. A veces se recurre a juegos de palabras que pretenden ser ingeniosos para intentar ocultar el eje central de todo, que es la mentira.
En Hidalgo hemos asistido un día sí y otro también, a la puesta en escena de un vodevil en el que el grupo político que ahora se ha apoderado del Poder Legislativo, pretende hacer creer a toda costa que si bien no fue el Presidente de la República quien les recomendó tomar por asalto los tres años de la Junta de Gobierno del Congreso, si le encargó a la Presidenta nacional de Morena que lo hiciera.
Tocado el límite en que ya no es necesario guardar siquiera las apariencias, las huestes que dirige Ricardo Baptista, quien a su vez guarda obediencia absoluta a la máxima autoridad del Grupo Universidad, han desembocado en una actitud en la que han decidido retar la autoridad moral que representa para los morenistas el Jefe de la Nación, y no han dudado en meter al juego a la dirigente nacional de su partido.
La razón fundamental para que todos los días amaguen con acciones para retener la presidencia del Poder Legislativo hidalguense, es que les representó en un solo año de ejercicio, la posibilidad de erigirse como un gobierno alterno al constitucionalmente electo, a través del cual probaron a la auto autorización de recursos económicos extraordinarios para canalizarlos a tareas de pre campaña encubiertas.
Sin embargo eso era solo el principio, ya que encontraron un filón único a ser explotado, porque ya no solo podrían hacer duros señalamientos a programas gubernamentales, sino de plano cancelarlos o redirigirlos para sus propios fines políticos.
Disminuidos hasta su mínima presencia en la toma de decisiones, los diputados morenistas de cepa, es decir con un origen real dentro de las filas de la izquierda hidalguense, tuvieron que conformarse con hacerse a un lado o voltear la cabeza cuando el Grupo Universidad (que sí existe y tiene tomado el poder del Congreso) decidía mediante acciones legales ciertamente, pero no legítimas, buscar agenciarse de recursos extraordinarios, y por otro descarrilar la administración del gobernador Fayad.
De cara a un segundo año de presidencia en la Junta de Gobierno, Baptista y sus diputados, recibieron la orden de no dejar el cargo al costo que fuera, porque representa en todos sentidos el salvoconducto que se pude hacer valer si las investigaciones de la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda, deciden finalmente pedir la intervención de la Fiscalía General de la República en el caso de la Cuenta Suiza.
Y es en ese momento cuando empezó el vodevil de mentiras en que han incurrido para anunciar que ya arrancaron el proceso de entrega-recepción, pero al mismo tiempo impulsarán la modificación de la Ley Orgánica del Congreso. Es decir, “me voy pero no me voy; o me voy pero me quedo”.
El vodevil también en que decir verdades a medias se ha convertido en un ejercicio cotidiano, porque las mentiras a medias también pueden ser verdad.
Por lo mientras parece que cada día que pasa, el Grupo Universidad se aleja más del partido que tomó para llegar a la Cámara de Diputados local, en tanto que aspirar a tener un encuentro con el Presidente López Obrador se ha vuelto de plano imposible, ya que simple y sencillamente no los ha querido recibir.
Por algo será.
Mil gracias, hasta mañana.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta