Gana Julio Menchaca la gubernatura; ojalá los sueños de Serna Alcántara se cumplan
Siempre habré de respetar la verticalidad y honestidad intelectual de personajes, ya históricos en Hidalgo, como Miguel Ángel Serna Alcántara, porque lo guía una fe rotunda en la bondad de las personas, en la necesidad fundamental de que los sectores más pobres de una entidad como la nuestra, encuentren por fin el camino para abandonar esa situación que se antoja eterna, pero que de ninguna manera debe ser así.
Ayer, cuando pude contar con su asistencia a un programa de televisión producido en los estudios del Diario Plaza Juárez, él mismo me comentó, junto con Pablo Vargas González, que la certeza del triunfo de Morena en tierras hidalguenses, le había permitido salir por fin, y ver con esperanza el futuro del Estado. Lo vi contento, muy delgado después de un prolongado quebranto en su salud.
Serna Alcántara es junto con Pablo y Alfredo Rivera Flores, y seguro muchos otros, de los fundadores convencidos de la izquierda en la entidad, que nunca dirigentes ni cuando existía el PSUM, ni el PRD, ni nada por el estilo, por la simple y sencilla razón de que su compromiso con las ideas va mucho más allá de la búsqueda del poder.
Ayer sin embargo lo vi contento cuando fue anunciada oficialmente la caída del PRI como único poseedor del Poder Ejecutivo durante 93 años consecutivos, y la llegada del partido del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, a través del candidato, ahora ganador, Julio Menchaca Salazar.
Le comenté que era algo justo para quienes como él y Pablo, habían esperado durante tanto tiempo se cumpliera un sueño que pareciera nunca llegaría, pero también le externé mis temores por lo que un jefe de la Nación con el estilo de AMLO, puede representar en imposiciones de todo tipo a mandatarios estatales emanados de su movimiento.
En eso no coincidimos, tampoco en lo que debiera representar el movimiento de la 4T. Sin embargo, habré de coincidir siempre en el profundo sentido humanista que para él debe tener la política, más allá de cualquier otra vertiente. Para él esta posibilidad sí se encuentra en López Obrador, para mi no tanto, o al menos no como lo hubiera previsto. Insisto en que respeto profundamente a personajes con una verticalidad ideológica real como el maestro Miguel Ángel, aunque no coincida en algunos aspectos.
Lo fundamental para estos momentos es ver que Hidalgo construya su propio camino en la nueva era de un gobernante, que da pie a la primera alternancia en el Poder Ejecutivo de toda su historia.
Menchaca Salazar sin duda fue la mejor opción de Morena, por su preparación académica y una capacidad casi natural para escuchar, analizar y decidir, lejana de manera definitiva de los que imponen sin tomar en cuenta a otros.
El único problemilla, diría el niño del anuncio que deseaba ser astronauta, pero tenía miedo a los marcianos, es que el presidente ha optado por el camino de decidir e imponer antes que consultar o viriguar.
En una situación tan complicada como la que vive el país, necesariamente necesitamos más personas que ejerzan el poder a través del consenso, del diálogo, de la apertura a la opinión, y la certeza de que también puede equivocarse.
Repito, a personajes como Miguel Ángel Serna Alcántara, el país camina por un rumbo claro y justo, y la 4T es el rumbo que debe seguirse. Lo respeto, siempre lo respetaré porque lo guía un profundo conocimiento del ser humano histórico que todos somos, y la absoluta certeza de que hay espacio para la bondad, la compasión hacia el menos favorecido bajo la definición de que esta es ante todo empatía.
Deseo con sinceridad que el sueño que siempre ha tenido de arribar a una sociedad más justa, se convierta en una realidad, con todo y las dudas que a veces me despierta el poder presidencial bajo el estilo actual.
Suerte en el cumplimiento del sueño pleno de amor por los hidalguenses del maestro Miguel Ángel, suerte para todos los hidalguenses.
Mil gracias, hasta mañana.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta
