¡Me hackearon!

¡Me hackearon!

Pulso del Mezquital

Es increíble que existan personas mala onda, con mega super mala leche y duden de sus autoridades, sobre todo en temas modernos relacionados con ataques cibernéticos. Seguramente los resentidos sociales, son aquellos que no guardan dinero, un ciudadano promedio que le gusta despilfarrar en gustos culposos, dándose la gran vida. 

O sea, en días pasados, el presidente municipal de Santiago de Anaya, Edigar Monter, denunció un ataque cibernético a su gobierno. Obviamente no debemos criticarlo mucho, porque aunque su origen político es de la mafia del poder, actualmente ya está purificado y su alma está salvada, luego de pasarse a la 4T, por ese motivo nos vamos a poner de su lado y cuestionaremos a todos esos resentidazos que nomás lo andan quemando en las redes, en las redes, porque quemado ya estaba, desde que nació.  

Casualmente y hay que decirlo con toda la claridad, es una extraña, pero muy casual desgracia, pero el ataque se hizo directamente a las cuentas del municipio, de donde se hicieron movimientos de dinero hacia otras particulares, además de algunas compras no autorizadas. Lógicamente, el presidente se puso negro del coraje y de todos los colores posibles, que ordenó inmediatamente hablar al banco para parar la robadera, porque no iba a permitir que no fuera alguien de los suyos quien hiciera dichos movimientos. 

Como sucede en este tipo de casos, el presidente ha sido cuestionado por el hackeo a las cuentas bancarias del municipio, que a decir de los resentidazos, pudo tratarse de un autorobo. O sea, estos problemas existen, son difíciles de entender, porque aunque son poco comunes, que solo ha pasado en otro gobierno de la 4T, en San Salvador, donde también cambiaron dinero de una cuenta bancaria a otras, curiosamente de personal del ayuntamiento, pero insisto, no estén de mal pensados, recordemos que la tentación del dinero está en todos lados, incluso hasta cuando se guarda en el colchón se corre el riesgo de que el ratón o la polilla lo destruyan. 

Curiosamente, el encargado de hacer los movimientos, es el contador Moisés Trejo, quien fue despedido en la administración municipal del expresidente, Cipriano Charrez, debido a malos manejos. Posteriormente, también estuvo como asesor en la presidencia municipal de Tasquillo, donde tampoco entregó buenas cuentas. Según en la alcaldía, espacios donde nunca faltan los chismosos, el contador es el que realmente opera las cuentas y el manejo del dinero, la tesorera, Rosalba Gómez, es meramente un florero, un parapeto. 

Los resentidos sociales creen que al igual que el dinero, quién también fue víctima de los ratones, es la lengua del presidente municipal, quien desde que sucedieron los hechos, ha hecho lo que mejor sabe hacer, cerrar la boca, guardar silencio, no hablar y esperar a que la tormenta pase, para que entonces los ciudadanos olviden el caso y así él y los suyos, manejen el caso a su antojo. Pobre Santiago de Anaya, salió de Guatemala para irse a “Guatepeor”. 

En corto: 

  • Luego de dos semanas, la certidumbre al municipio volvió, ante el nombramiento del presidente municipal, Humberto Fuentes Portillo, quien suple a la recién fallecida, María Isabel Guerrero. 

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@MarkoCabanas 

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