Home Cultura Me acusan de racista y clasista y nunca lo he sido: Poniatowska

Me acusan de racista y clasista y nunca lo he sido: Poniatowska

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    •    Elena está reflexiva. El escándalo por la tergiversación de sus palabras le afectó. Le dolió, reconoce. Hasta diarrea le dio, confiesa


Elena Poniatowska tiene más de un millón de seguidores en Twitter. Esa red social que hace unos días le lanzó miles de insultos por una supuesta declaración. Lo sucedido, dice en entrevista con EL UNIVERSAL, la ha dejado con una inquietud: cuidar sus palabras porque nunca se sabe cómo reaccionará la gente, porque unas palabras de amor las pueden convertir en palabras de odio. Sin embargo, la ofensa no le es ajena desde que decidió, hace más de 10 años, apoyar a Andrés Manuel López Obrador. “Me han dicho ‘vieja puta’ como 6 mil veces”, asegura.
Elena está reflexiva. El escándalo por la tergiversación de sus palabras le afectó. Le dolió, reconoce. Hasta diarrea le dio, confiesa. Premios tan importantes como el Cervantes, decenas de libros, una vida dedicada al periodismo y a la literatura, nada importa cuando se impone el denuesto irracional. Ahora promociona la reedición del libro “Juan Soriano, niño de mil años”, reeditada por Seix Barral y calificada como la biografía más completa del artista jalisciense. En la Feria Internacional del Libro de Guadalajara presentará su libro infantil “El charrito cantor”, trabaja en una biografía sobre su amado hermano Jan y es una de los 30 candidatos a la medalla Belisario Domínguez, cuyo ganador se dará a conocer en las próximas semanas.
El libro que se convirtió en la biografía más importante del artista. Salió por primera vez en 2000, en Plaza y Janés, no se había vuelto a publicar, entonces la editorial Seix Barral la quiso publicar, me dio muchísimo gusto. Se le añadieron más fotos. Es una de las biografías más festivas porque todas son muy serias, mientras que en ésta se habla más de su vida, de todo lo que hizo.
Ha estado muy activa, ha viajado mucho, a Oaxaca. En Oaxaca hubo una entrevista pública a Graciela Iturbide, una gran fotógrafa con quien hice el libro de mujeres en Juchitán. Yo dije que Cartier- Bresson y Tina Modotti habían tomado fotos de las juchitecas y que como bebían pulque estaban muy delgadas, pero que ahora como bebían cerveza se habían hecho inmensas, panzonas. Entonces tradujeron que yo había dicho panzonas y mensas. Me fui muy tranquila con Graciela, platicamos y zas, se hizo un lío horrible.
¿Le sorprendió?
-Pues me sorprendió, me dolió. Mi intención nunca fue lastimar a nadie. Por mí, que la gente sea como sea. No tengo nada en contra de la gordura. Yo tengo un hijo, Felipe Haro, que es gordo, por eso hay más que querer en la gordura, hay más que abarcar.
A usted le gusta la palabra panzona, la suele usar.
-Pues no me pareció que fuese ofensiva. Además, yo digo que han pasado cosas como el terremoto, pasan cosas gravísimas, pero se fijan en eso.
¿A la polémica le da una lectura definitivamente política?
-Bueno, yo no sé. Todo es político, desgraciadamente. Y estamos a poco tiempo de las elecciones del 2018 y de ahora en adelante a todo le van a dar un tinte político.
Se dijo que los que se ofendieron por la supuesta frase fue porque no la habían leído y no la conocían. ¿Está de acuerdo?
-No lo sé. Lo único que le puedo decir es que yo todo lo dije de buena fe. Si me van a invitar no es para que yo llegue a decir groserías, soy incapaz.