CINE DE AYER
• Tuvimos la impresión de viajar en el tiempo y recordar las matinés que ocurrían en la década de los cincuenta
Gracias a la espléndida retrospectiva dedicada a Jacques Tourneur dentro del X Festival Internacional de Cine de la UNAM, tuvimos la impresión de viajar en el tiempo y recordar las matinés que ocurrían en la década de los cincuenta, en la que se exhibían los domingos dos películas o más por un peso y cincuenta centavos.
La primera de ellas, Anne y los indios, que se exhibió en México como La ley del pirata, data de 1951 y está basada en un guión de Philip Dunne que narra la historia de la capitana Anne Providence (Jean Peters), ni más ni menos que una discípula de Barba Negra (Thomas Gómez), que asaltaba barcos ingleses y españoles, en venganza por la muerte de su hermano.
Todo iba viento en popa, hasta que la mujer encuentra prisionero al capitán francés Pierre LaRochelle (Louis Jourdan) y se enamora irremisiblemente de él.
Para su desgracia se trata de un espía de los británicos, que además está casado con la bella Molly (Debra Paget) y que lo único que busca es recuperar su nave en poder de los ingleses.
Las dos bellas intérpretes estelarizan westerns clásicos: Debra Paget La flecha rota y Jean Peters, Apache.
El camino del gaucho, filmada un año después, está basada en una novela de Hebert Childs adaptada por Philip Dunne, narra la historia de Martín Peñalosa (Rory Calhoun), uno de los últimos gauchos que se regía por sus propias leyes.
El vaquero de las pampas se enamoraba de la bella Teresa Chávez (Gene Tierney) y tenía que enfrentarse al torvo mayor Salinas (Richard Boone), a quien había dejado manco y que juraba venganza.
Tourneur respeta las convenciones del western y agradece la colaboración del gobierno argentino en la realización de la entretenida cinta.
Conviene señalar que ambas estrellas tuvieron graves problemas, él por una acusación de adulterio y ella por una severa depresión.