En un bombardeo gringo en Siria
“Como otras figuras relativamente anónimas del EI, puede ser reemplazado”, advierte Ayman al Tamimi, experto en yihadismo.
Esta semana la organización IHS ha hecho público un informe en el que estima que el EI tiene ingresos mensuales de 80 millones de dólares. El estudio subraya que “a diferencia de Al Qaeda”, el IS no fía su supervivencia a las donaciones extranjeras y ha logrado financiarse a partir de los impuestos que establece en aquellos territorios de Siria e Irak bajo su yugo y el contrabando de petróleo.
Nuevo golpe al organigrama del autodenominado Estado Islámico. Un portavoz militar estadounidense anunció ayer que los ataques aéreos de la coalición internacional liderada por Washington han liquidado a Abu Salah, considerado el máximo responsable de las finanzas de la organización yihadista y a otros dos altos funcionarios, uno de ellos dedicado a las actividades de extorsión del grupo.
“Recientemente llevamos a cabo bombardeos contra tres líderes de la red financiera y de liderazgo del IS [Estado Islámico, por su siglas en inglés]”, ha confirmado el coronel Steve Warren en videoconferencia desde Bagdad.
El bautizado como “ministro” de Finanzas del califato falleció a finales de noviembre en el marco de la campaña de ataques aéreos para “destruir” la estructura financiera de la organización que dirige Abu Bakr al Bagdadi y controla vastas zonas de Siria e Irak.
Pocos detalles se conocen de la biografía de Abu Salah, el nombre de guerra tras el que se escondía hasta ahora Muafaq Mustafa Mohamed al Karmush. Según la información divulgada por el departamento del Tesoro estadounidense, nació en 1973 y tenía nacionalidad iraquí. En un principio le fue encomendada la gestión de los asuntos pecuniarios en las provincias iraquíes del califato.
A juicio de Warren, se trataba de “uno de los miembros más veteranos y experimentados” de la telaraña financiera del IS.
Del Estado Islámico, también han muerto un coordinador de las actividades de extorsión del grupo y otro dirigente que ostentaba un cargo ejecutivo dentro de la cúpula del IS. Este último administraba el tráfico de personas, información y armamento.