Home Orbe Matan a dos; operación contra el cerebro del 13-N

Matan a dos; operación contra el cerebro del 13-N

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Operación policíaca en Saint-Denis

  • Una mujer se hizo estallar con un cinturón de explosivos; Siete detenidos; cinco heridos, cuatro de ellos policías

Ayer seguía vigente la prohibición de organizar manifestaciones en la vía pública. La medida se impuso el sábado y estará en vigor hasta este jueves.

Dos yihadistas murieron ayer en el curso de una operación contra el islamismo radical en el distrito parisino de Saint-Denis. Uno de los muertos es una mujer que hizo estallar un cinturón con explosivos. La operación, lanzada para localizar a yihadistas relacionados con la matanza del viernes 13, concluyó a mediodía tras siete horas de asedio policial. Al menos siete personas han sido detenidas. Cinco agentes y un transeúnte están heridos.

Las fuerzas del orden francesas han reaccionado a los atentados del viernes con celeridad y contundencia. Gracias al estado de excepción decretado, se ha detenido a 60 personas y 118 han quedado confinadas en lo que en Francia se denomina asignación de residencia. Se han hecho en apenas cuatro días 414 registros y se han requisado 75 armas de fuego.

El confinamiento o asignación de residencia permite a las autoridades mantener vigilados o, al menos, controlados a los sospechosos de terrorismo o de colaboración con terrorismo. Pueden quedar inmovilizados en sus propias casas o en el lugar que las autoridades decidan. Es una medida excepcional que solo se puede poner en marcha bajo el estado de excepción que Francia quiere ahora prolongar hasta mediados de febrero.

La movilización es enorme y se percibe en la calle; sobre todo en los transportes públicos. Según los datos facilitados por el Gobierno, están en alerta 58.000 policías y 50.000 gendarmes, que trabajan en las investigaciones bajo la autoridad de la fiscalía de París.

Agentes especiales acudieron a la zona en busca de Abdelhamid Abaaoud, considerado uno de los organizadores de la matanza. De 28 años, nacido en Bélgica y de origen marroquí, se incorporó durante meses a los yihadistas en Siria. Vivía en Molenbeek, el barrio bruselense del que han salido algunos de los participantes directos de la matanza del viernes. La policía le relaciona con otros ataques yihadistas en Francia, incluidos el del pasado enero contra la revista satírica Charlie Hebdo.