Más que mil palabras

RELATOS DE VIDA

Dice el viejo y conocido refrán que una imagen dice más que mil palabras, y también tiene el poder para refutar cientos de pretextos, y crear millones de historias que acribillan el alma, la tranquilidad y el espíritu.
Rosalinda pudo confirmarlo con una serie de fotografías que sirvieron de base para que su mente construyera una película macabra en donde su visión de una vida marital sólida y llena de amor se rompe en pequeños pedacitos.
Fue un error, una mala jugada del destino, o una oportunidad para confirmar que sus sospechas eran ciertas y entender que las supuestas pesadillas en donde vivía sola se convertirían en realidad.
Desde el hallazgo de las imágenes en donde besaba y paseaba a otra mujer, trató como primer intento eliminarlas del celular con la esperanza de que también serían borradas de su mente; y después luchó diariamente para sacarlas del archivo de su trastornada cabeza.
También buscó la manera de sustituirlas con otras que le recordaban el inicio de su idilio de amor, aquel en el que vestida de blanco juraba frente a la virgen de Guadalupe que la unión sería eterna; pero tampoco logró la añorada tranquilidad y paz emocional y mental.
Investigaba la forma de deshacerse de las mentadas fotografías implantadas en su mente, sin conseguirlo; incluso recurrió a técnicas de relajación como yoga, Feng Shui, lectura de cartas, contacto con ángeles, pero nada.
Y más deseaba poder ser un robot al que se le puede resetear o insertar un chip, con una nueva programación y por fin dejar de recordar; pero al final el latido en sus entrañas le ayudó a comprender que tenía una nueva oportunidad y que la próxima fotografía sería de un nuevo ser que se convertiría en su motor y su único amor.

Related posts