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“Más allá de festejar a las niñas y los niños, garantizar sus derechos humanos”

“Más allá de festejar a las niñas y los niños, garantizar sus derechos humanos”

IGUALDAD SUSTANTIVA, EMPODERAMIENTO EFECTIVO

A propósito de la conmemoración del “Día del niño y de la niña”, recordemos que en México se asignó el día 30 de abril con el propósito de ratificar los derechos de los niños para crear una infancia feliz para un desarrollo pleno e integral como ser humano, tal como dice el escritor, poeta y dramaturgo Oscar Wilde: “El medio mejor para hacer buenos a los niños, es hacerlos felices”.

Los derechos humanos de las niñas, niños, adolescentes y adolescentas se enmarcan en ocho derechos fundamentales: el derecho a la vida, a la educación, alimentación, salud, agua, identidad, libertad y protección desde el marco legal que establecen los tratados internacionales, la constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, esencialmente la Convención sobre los Derechos del Niño, la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, y demás leyes aplicables.

Derechos que desde el Informe Anual 2020, por parte del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), se ven violentados afectando el desarrollo pleno de niños, niñas, adolescentes, y adolescentas por la falta de cuidados en relación a una nutrición adecuada, estimulación, amor y protección contra la violencia y estrés. 

La mala nutrición provoca serios daños a la salud y desarrollo de la infancia y adolescencia con mayor morbilidad y mortalidad, deterioro en la función cognitiva y menor rendimiento escolar, enfermedades crónicas, mortalidad prematura y menor calidad de vida en la adultez. 

En México, las cifras de sobrepeso y obesidad infantil son altas y alarmantes, basta mirar los resultados de la última Encuesta de Salud y Nutrición (ENSANUT) para darse cuenta de que el sobrepeso y la obesidad entre los niños de cinco a 11 años, y de 12 a 19 años ha aumentado entre 2012 y 2018 al pasar de 34.5 a 35.5 por ciento, y del 27.8 al 38.5 por ciento, respectivamente.

El informe establece también que, en las crisis económicas o situaciones de emergencia, una de las afectaciones más directas se da en la capacidad de las familias para acceder a alimentos nutritivos y de calidad. Ello afecta gravemente a la infancia y adolescencia pues necesitan de una buena alimentación para desarrollarse plenamente y evitar enfermedades.

En México el 55.5 por ciento de los hogares presentan algún grado de inseguridad alimentaria, al no satisfacer las necesidades alimentarias mínimas durante un periodo prolongado. Esto sin dejar de soslayar al aprendizaje en la primera infancia como la base primordial para garantizar un buen trayecto escolar, las oportunidades para gozar de una educación de calidad inclusiva, el derecho a vivir en familia, a la protección y a una vida sin violencia para el desarrollo pleno e integral.

Actualmente, la violencia es un problema social que está normalizado, día a día miles de niñas y niños son víctimas de malos tratos, abusos o algún tipo de explotación, ya sea en sus hogares, escuelas o en la comunidad donde residen. Asimismo, el confinamiento, el estrés y la inseguridad económica han contribuido a la vulnerabilidad de los niños frente a la violencia en sus hogares.

Lo que nos lleva a reflexionar sobre la situación en la que se encuentran los niños, niñas, adolescentes y adolescentas, así como lo que debemos hacer para garantizarles sus derechos, más allá de un día de festejo, ¿Tú qué harás?