IGUALDAD SUSTANTIVA, EMPODERAMIENTO EFECTIVO
El análisis tentativo y provisional de Jane Schaberg sobre la vida de María Magdalena pionera del feminismo, expone su personaje y memoria en un lenguaje androcéntrico y patriarcal del mundo simbólico dominado por varones, que fundamenta la lucha por la emancipación de las mujeres en la construcción de una sociedad sin violencia, sin discriminación y sin desigualdades por razones de género desde la creencia religiosa.
Aunque Jesús de Nazareth trató por igual a mujeres y hombres en su filosofía de vida, de salvación y libertad, por la época de vida los apóstoles actuaban con discriminación hacia las mujeres, y en especial hacia María Magdalena por el hecho de ser mujer, lo que inspiraba a Jesús de Nazaret a predicar con hechos y palabras el trato justo e igualitario entre mujeres y hombres que en muchos casos laceraban a sus seguidores.
La autoridad espiritual, liderazgo con las personas seguidoras, preparación, e inteligencia que María Magdalena poseía, aunado a los mensajes de elogio que el Maestro le concedía, la privilegiaban de entre los discípulos haciéndolos protestar por colocarse en aprendices de ella, y por esa cercanía que entendían como una relación íntima de prostitución entre María Magdalena y Jesús.
El hecho de identificar y multiplicar a María Magdalena con una imagen de prostituta arrepentida que oculta y empaña su verdadero valor, sobre todo en su experiencia de resurrección de Jesús como la primera testiga y anunciante del vencimiento de su muerte a los discípulos sin lograr su credibilidad por ser mujer, muestra el hecho de los prejuicios que minimizaron su grandeza y valentía de su actuar en una cultura patriarcal.
Violencia sexual que se fortaleció mayormente con las representaciones morbosas arquetipo de la sexualidad y endemoniamiento en las obras pictóricas, literarias y cinematográficas, de las supuestas relaciones afectivas de Jesús con María Magdalena que expresan a una mujer pecadora besando y ungiendo con perfume los pies de Jesús de Nazaret.
Investigaciones de Jennifer Ristine en María Magdalena: percepciones la antigua Magdala, desvela los misterios de la mujer a la que la Iglesia Católica le construyó una imagen de adúltera y prostituta, con descubrimientos del 2009 que integran la arqueología en un contexto histórico y geográfico, reconstruyen otro perfil en su vida que la deja ver como una mujer adinerada, influyente y clave en la vida de Jesucristo, y no de prostituta arrepentida.
Recuperar la verdadera identidad de María Magdalena en un hecho de justicia por discriminación de género, hizo al Papa Francisco reconocer a María Magdalena como primera testiga de la Resurrección de Jesús como “Apóstol de los Apóstoles” declarando el día 22 de julio con la fiesta litúrgica de María Magdalena y con el decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramento del 3 de junio del 2016.
La reconstrucción social con perspectiva de género de la imagen femenina, se llama justicia social de las mujeres que han sido pioneras en la promoción de derechos y oportunidades igualitarias entre mujeres y hombres, para forjar una cultura más justa e igualitaria en la promoción de valores y progreso social, la religión es un sector de poder que puede influir mayormente en el proceso de reconstrucción.