Marco Antonio Roldán “El Plátano”, ha sido albañil por más de diez años

 

 

“Mi padre era albañil, y fue quien me enseñó, por eso fue que me hice albañil, por la cercanía que tenía del trabajo”

El Plátano

Marco Antonio Roldan “El Plátano”, ha sido albañil desde los 18 años; pero desde los dieciséis está en el oficio, porque dos años estuvo como “chalán”.

Al preguntarle sobre porque se inició en el oficio, comenta tajantemente: “El hambre, la necesidad más bien, es lo que mueve a uno”.

“Mi padre era albañil, y fue quien me enseñó, por eso fue que me hice albañil, por la cercanía que tenía del trabajo”, al cuestionarlo sobre si le gustaba, sin contemplaciones contesto: “Si, si me gusta”.

También se le cuestionó sobre la opinión de su familia, y contestó: “La familia no dice nada mientras lleve la papa, tengo esposa y dos hijos, mientras lleve la papa todo está bien”.

Al ser albañil siempre está el riesgo de sufrir algún accidente, afortunadamente a Marco “Plátano” Roldán no le ha pasado nada grave, “Uno se cae del andamio, se le machucan los dedos, te picas una pata con un clavo, pero nada grave, gracias a dios no he llegado al hospital”.

Y bueno, así como hay accidentes del trabajo, también hay anécdotas que se quedan para la posteridad, como la que contó Roldán: “Le metieron de tiros a un compa en la obra por andar chiflandole a una vieja casada, su marido vio, y se enojó, afortunadamente no pasó del susto nomás”.

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