El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, compareció por primera vez ante la Asamblea Nacional Constituyente, el Parlamento diseñado a su medida que hizo elegir hace 10 días en unas polémicas elecciones, para proponer una reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), que toque como punto único “la restitución de las normas del respeto internacional” y “el diálogo sobre la verdad de Venezuela”.
Maduro parece haber acusado los resultados de la reciente cumbre de cancilleres de América Latina celebrada en Lima, Perú, que amenaza con aislar a Venezuela de la región. “Allí hablaron de bloqueo, que a Venezuela no se le preste ni un dólar”, denunció. Las comparaciones con la Cuba de Fidel Castro fueron inevitables en el discurso.
El régimen venezolano espera que esa cita sea la cumbre de la reunificación de Latinoamérica y el Caribe. La próxima reunión del foro, que no incluye a EU ni Canadá, se celebrará en octubre en El Salvador. El Gobierno del presidente de ese país, Salvador Sánchez Cerén, es de los pocos países del área que ha apoyado al régimen bolivariano en un lance condenado por los países influyentes de la comunidad internacional.