MADRUGADA

MADRUGADA

ALFIL NEGRO

Cuando todo duerme

Y todo es tranquilo,

Y cesan los ruidos

Y todo es silencio,

Sólo se oye el viento

Y un perro que ladra,

Las hojas que ruedan

Y ramas que crujen,

Vienen a mi mente

Recuerdos y rostros

Canciones y versos

Letanías y rezos.

Hay veces que pienso

Mientras llega el sueño,

Si ya no despierto

Y sigo dormido,

¿Cuál sería el camino?

¿A dónde me marcho?

Y suena en el cielo

Un avión qué pasa

Y todo lo olvido…

Mi esposa descansa

La veo tan hermosa,

Tanto tiempo juntos

En risas y llantos,

Y le rezo al cielo

Por tenerla cerca,

Luz en mi camino

Certera en el juicio

Valiente en las sombras,

Y pienso que sigo

En este sendero

Por sus ojos bellos,

Y su voz que marca

El rumbo y la marcha.

Es de madrugada

Y viene a mi mente

La imagen de piedra

De monjes de Actopan,

Salmodia de siglos

Salmos que no duermen,

Y luego de pronto

Llegan a mi mente

Basalto de prismas,

Grutas de milagro,

Y atlantes de Tula,

Y un pueblo en cantera

Huichapan de Abundio,

Música de siempre,

Y allá en la Huasteca

Huapango de peces

Y la voz de Nicandro.

Seguro imagino

Pero creo que escucho

Las tres campanadas

Del reloj del centro,

Suenan a monedas

De plata y de oro,

Que ruedan en brincos

Por barrios y calles,

Y luego el silencio

De esta madrugada…

Es de madrugada

Y se me fue el sueño,

Y desfilan ciertos

Rostros conocidos,

Mis padres queridos,

Mi hermano y mi niño,

Y me veo con flores

Rezando a mi padre

Xantolo del alma…

Y casi entre sueños

Me veo cuando niño,

Mi madre me peina

Voy a la capilla,

Le rezo a la virgen

Y al padre Jesús,

Fe que allí me nace

Y ya hombre grande

Me acompaña siempre,

Y me da la fuerza

En los días amargos

Llenos de dolor.

Y luego mis hijos

Niños para siempre,

Ella niña bella,

Corazón de acero,

Dolor en su vida

Pero siempre fuerte,

Orgullo de todos

Y luz que ilumina

Nuestra senda incierta.

El hijo más grande

Noble y siempre recto,

Fiel en lo que piensa

Hombre hecho y derecho,

Trazando el camino

Por donde marchar.

El hijo pequeño

Alma de ángel bueno

Siempre niño hermoso,

Colibrí muy joven

Siempre tan cercano

De puertas abiertas,

En canción de cuna

Que nos llena el alma

Late el corazón.

Es de madrugada,

Cuántas cosas pasan,

Recuerdos y cantos

Salmos que rezamos,

Y luego el silencio

Mientras allá lejos

Se acerca la aurora

Llega un nuevo día.

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