Home Orbe Macron negocia una reforma laboral

Macron negocia una reforma laboral

0

Marcará el tono de su presidencia

El nuevo presidente recibe a sindicatos y patronal para abordar su primera iniciativa económica, un campo en el que Sarkozy y Hollande fracasaron

La siguiente etapa, tras las consultas con sindicatos y patronal, será obtener el permiso del Parlamento para legislar por la vía rápida de las llamadas ordenanzas, que no son exactamente decretos, puesto que requieren la aprobación final de diputados. Pero permiten al Gobierno esquivar farragosos procedimientos parlamentarios entre la Asamblea Nacional y el Senado.
Emmanuel Macron comienza a construir el edificio del quinquenato. El nuevo presidente francés abrió ayer el proceso que debe llevar, antes del final del verano, a adoptar una reforma laboral, piedra angular de su programa para sacar la economía francesa del estancamiento.
Uno a uno, y cara a cara, Macron recibió en el Elíseo a representantes de los sindicatos y la patronal. El éxito o fracaso de la reforma, un intento de agilizar las negociaciones en las empresas y facilitar las contrataciones y los despidos, marcará el tono de los próximos cinco años.
Macron quiere evitar que le ocurra lo mismo que a sus antecesores, Nicolas Sarkozy, y François Hollande, cuyos proyectos de reforma acabaron frustrados por la resistencia en la calle.
Cree que, si va rápido y evita quedar atascado en discusiones con los actores sociales, podrá imponer una reforma que enviará un mensaje doble. A los franceses, que el nuevo presidente ha llegado para romper los bloqueos que impiden el cambio.
A la Comisión Europea, y en especial a Alemania, que las reformas van en serio y que la canciller Angela Merkel puede contar con la Francia de Macron para relanzar Europa.
Las consultas en el Elíseo son el prólogo. Se trata, para Macron y su primer ministro, Édouard Philippe, de desactivar la oposición sindical, puesto que el proyecto ya cuenta con el respaldo de la Medef, la principal organización patronal. El Gobierno confía en contar con la ayuda del sindicato reformista CFDT, y su objetivo de evitar que los otros dos sindicatos de peso, la CGT y Fuerza Obrera, hagan frente común en contra.