Macri: a México apoyando y a Bolivia chingando

HOMO POLITICUS

El Presidente de Argentina se sumó en llamada telefónica realizada al Presidente Peña Nieto, tratando de estrechar los lazos de amistad entre la Argentina y México

Nada tan sentido como el desencuentro que vive México con Estados Unidos que vulnera la dignidad en una lucha diplomática que asemeja a David contra Goliat.
 
Innumerables muestras de apoyo y solidaridad ha recibido el gobierno y pueblo de México ante la barbarie Trump, quedando con ello de manifiesto que Latinoamérica y el mundo comprenden en su justa dimensión la realidad del oprimido frente al opresor.
 
En esta vorágine de apoyos a México, el Presidente de Argentina Mauricio Macri se sumó en llamada telefónica realizada al Presidente Peña Nieto, tratando de estrechar los lazos de amistad entre la Argentina y México; trascendió en los medios que la llamada fortaleció en la inmediatez una relación todavía distante.
 
Pero, como dicen en el barrio, “dime de qué presumes y te diré de que adoleces”.
 
Mauricio Macri fiel representante de la derecha argentina es, en realidad, una rémora de Trump y al estilo Trump, ya que ha alentado ataques racistas y xenofóbicos en contra del pueblo de Bolivia, que por cierto, presenta una migración importante de trabajadores hacia la Argentina desde hace ya décadas, cuestión, que ahora es abiertamente repudiada por Macri y por personeros argentinos que ya se han postulado por la construcción de un muro fronterizo emulando la podredumbre Trump.
 
La tensión ha crecido entre el gobierno de Bolivia y Argentina, creando un caldo de cultivo para que el Presidente Evo Morales quien ya acusa a Macri de haber creado una ola de xenofobia que se ha convertido en una persecución de “rostro”, es decir, la tipología del boliviano y su acento, bastan para señalarlos como delincuentes y querer expulsarlos.
 
A tiempos de crisis social y económica, fenómenos como el racismo y la xenofobia se recrudecen; se pasa de las bromas y chistes de las tipologías a los hechos, cosa que quedó clara en la Alemania Nazi, en la Italia Fascista, en los estados Unidos del conservadurismo.
 
En los hechos Mauricio Macri es una mierda tan grande como Trump, con menos poder, evidentemente, pero con el mismo perfil fascista que intenta hacer de la inmigración de países pobres, la estigmatización suficiente para crear un monstruo social al que hay que exterminar.

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