Macaria… esposa, profesionista, comerciante, pero ante todo madre

HISTORIA Y EJEMPLO DE VIDA
    •    “Siempre la vida es de ponerte metas, pero lo más importante es tener esa confianza y esa seguridad en que lo vas a hacer”


El 10 de mayo es una fecha en la que todos celebramos a las madres, sin embargo, no a todas se les celebra igual, pues hay infinidad de formas para hacerlo; desde un desayuno, pasando por flores, chocolates, una visita a un lugar especial, un pastel o hasta cumplirle un sueño que tenga desde pequeña, aún así hay mamitas que no pueden ni celebrar porque están ocupadas siendo madres.

Al recorrer la calle Venustiano Carranza en pleno corazón de la capital hidalguense, se pueden encontrar importante cantidad de puestos, en los que se venden principalmente flores, bolsas, ropa, dulces, comida, nopales y demás verduras, en este lugar encontramos a Macaria Sánchez, quien a sus 23 años tiene dos hijos, el más grande de dos años y el pequeño de cuatro meses; quienes la acompañan mientras vende una gran variedad de cosas como calcetines, pantalones, calabazas, orquídeas, elotes y algunos otros productos que quizá ni imaginamos.

Con dos años de residencia en Pachuca y originaria del municipio de Atotonilco el Grande, Macaria llegó para estudiar la universidad, misma que concluyó en agosto del año pasado cuando ya tenía al mayor de sus hijos, graduándose de la Licenciatura en Ciencias de la Educación por la Centro Universitario de Desarrollo Integral (CUDI).

Mientras uno de sus hijos juega con un celular y su bebé alcanza a asomar sus manos por arriba del borde de una caja de cartón, Macaria externa que es complicado tener a sus hijos en ese lugar, pero que es necesario ser independiente y que gracias a su compañera de puesto, con la que ha estado desde el inicio, le ha sido más sencillo.

Mientras limpia nopales con un cutter en la mano, Macaria comenta que su negocio la ha ayudado bastante, pues desde antes de graduarse ya lo tenía, y derivado de su esfuerzo y trabajo diario ha podido terminar sus estudios, además de que muy pronto iniciará su Maestría en la misma especialidad, confiando en que su pequeño lugar ubicado en la banqueta, pueda ayudarle a terminarla.

Al cuestionarle por qué no ejerce su carrera y así superarse un poco, nos explicó que “por ser madre, porque mis hijos están chiquitos y pues para dejarlos solos, pues no” y aunque ya al mayor tuvo que dejarlo por algún tiempo, para así poder continuar con sus estudios, no piensa repetirlo por el momento.

Muchos pensarían que durante la etapa de gestación del bebé, la madre tiene que reservarse en algunos esfuerzos y actividades de la vida cotidiana, pero para ella no, pues desde el inicio hasta el final, ha ido a la escuela, regresado a trabajar, llegar a preparar la comida, hacer la tarea y muchas actividades más.

Durante la charla con Diario Plaza Juárez, Macaria seguía ofreciendo orquídeas de diez pesos, al mismo tiempo que le recibía el celular a su hijo y nos contaba que uno de los más grandes retos como madre es el poder atender a sus hijos y a la clientela, pero reiteró que gracias a su compañera puede conjuntar sus actividades.

Su amiga, quién la ha apoyado en su puesto desde que lo puso y que por el simple hecho de conocer a una de sus familiares optó por ayudarla, la califica como una mujer luchona y como un ejemplo a seguir, pues reconoce que el ver a Macaria y a sus hijos juntos, es permanente en el día a día.

A pesar de que su esposo, con quien ya tiene años de casada, le apoya con los gastos de la casa, ella dice no poder dejar su negocio, pues las ventas de 150 o 200 pesos, le ayudan a sacar más gastos adelante. “La vida es de retos”, comenta, pues el conformismo es algo que no cabe en su mente y es una ideología que buscará inculcarla a sus hijos, “siempre la vida es de ponerte metas, pero lo más importante es tener esa confianza y esa seguridad en que lo vas a hacer”, dice con voz firme y semblante decidido.

 


De nueve de la mañana a seis de la tarde de domingo a viernes, Macaria y su compañera atienden  con una sonrisa y un par de pequeños bien resguardados a sus espaldas, pues los sábados lo dedican a tomar notas en las aulas, para entender más acerca de los campos tan desconocidos para algunos, que tiene su área académica.

Por último Macaria se despidió enviando un mensaje especialmente a las madres solteras: “No se queden, ustedes que van empezando o que son solteras, no lo hagan, pónganse metas y que nada las distraiga porque esa meta ya tiene alguien que se los agradecerá en un futuro”.

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