Los viejos caminan lento

DE CUERPO ENTERO

Ni en un sueño atroz de media noche el mundo se hubiera plasmado imágenes tan macabras como ahora con escenas que parten los afectos más duros. En Ecuador, con el llanto abierto al infinito, la gente pide que vayan por sus cadáveres, que ellos ya también están enfermos; y otros, al no poder despertar de esta pesadilla, prefieren incinerarlos justo frente a sus casas. Los momentos en el mundo rebasan los caminos ardientes de “La Divina Comedia” de Dante, porque ahora los sentimos ya como truenos de lluvia inminente, a la vuelta de la esquina.
    El 27 de marzo, cuando la noche iniciaba, el Papa Francisco cruzó la plaza de San Pedro: solo, con su caminar lento y doloroso, teniendo como compañía solo a la lluvia que necia se acentuaba. Quería decir al mundo que cada muerte le dolía, y con la custodia en sus manos dio la bendición urbi et orbi, queriendo envolver al mundo que parece se desmorona en pedazos por un virus que se ensaña con rudeza.
El coronavirus (Covid-19) como un asesino con guadaña muy filosa, se expande sin reparos por todo el mundo, y ahora con aires de maldito ha dicho mil veces que prefiere a los viejos, a los ancianos cuyo único pecado ha sido el vivir más años.
Italia, país con más de 60 millones de habitantes y donde el 22.6% son personas de más de 65 años, es donde la muerte campea con donaire: casi 700 muertos cada 24 horas; España y ahora Estados Unidos caminan por el mismo sendero.

MÉXICO
De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID 2018), nuestro país cuenta con más de 120 millones de habitantes, y de ellos 15.4 millones tienen más de 60 años, que corresponde a un poco más del 12%; el 41.4% son económicamente activos, pero 4 de cada 10 viven solos, y el 69.4% tienen alguna discapacidad.
En México la capacidad hospitalaria se presenta más en una imaginaria que en una realidad absoluta, y más nos valdría como dice el viejo dicho: “que nos agarre confesados”.
Aún dentro de este panorama desalentador en nuestra patria el virus, como si fueran rounds de sombra, sigue buscando dónde picar con fuerza.

¿QUÉ SIGNIFICA LLEGAR A VIEJO EN MÉXICO?
Como anotamos arriba, el 60% ya no son económicamente activos y desgraciadamente muy pocos pensionados, luego entonces lo primero que aparece cuando se rebasan los 60 años de edad, es arribar al terreno muy vasto de la pobreza; surge la posibilidad de la ayuda gubernamental, y desde luego la tarea indigna de cada mes formarse en filas inmensas para obtener el beneficio; se trata pues de que la gente vea lo que el gobierno “generoso” hace por los viejos.
Es inevitable que los achaques se acentúen más, y que se requiera de más medicamentos para logra atenuarlos para que aparezcan otros; cuesta más caminar rápido, cuesta más entender todo. El 40% de los y las personas mayores viven solos, y deben aprender a vivir con la soledad que suele convertirse en buena compañera.
En épocas remotas se tenía la ingenua ilusión de que los que habían tenido más hijos, recibirían más prebendas y atenciones, porque rezaba la frase socarrona de: “¡yo que te di la vida!”, y ahora caemos en la cuenta de que los hijos nunca pidieron venir y tampoco firmaron un pagaré. Hoy día los jóvenes se debaten con un mundo sustentado en lo inmediato, en la demanda absoluta no solo de su tiempo, sino del consumo pronto. No es justo que el viejo pida o espera como única tabla de salvación la ayuda absoluta de los hijos; se tuvieron por amor, y ellos deben trazar diariamente sus vidas; no son ingratos, están con dificultad viendo por los que tienen enfrente: sus familias.

Los viejos caminan lento,
Pero caminaron fuerte;
Supieron abrir las brechas llenas de maleza,
Que ahora los nuevos recorren con certeza;

Los viejos caminan lento,
Pero subieron montañas y cruzaron ríos,
Levantaron los puños y gritaron con fuerza,
Que el 68 no se olvida,
Que todos somos iguales en un mundo
Que trataba a los menos con dureza;

Los viejos caminan lento,
Pero supieron ver en lontananza,
Un puñado de niñas y de niños
Abrazando la historia, dibujando el futuro
Como lanza.

Si el covid-19
Nos atrapa, sepan ustedes
Que los viejos de ahora, como dijera Verdi en su Nabuco,
“Ya vuelan nuestros pensamientos con alas muy doradas”.

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