• El espectáculo que montaron ayer en el Congreso local, porque no se puede nombrar de otra manera, ha sido para algunos la cúspide de la lucha del poder dentro de Acción Nacional
El día de ayer se pudo ver hasta dónde son capaces de llegar los liderazgos del Partido Acción Nacional, con tal de obtener el poder; y es que al parecer, al interior de este partido lo que prevalece es una lucha en la que todos tienen un precio y donde la dignidad fácilmente pasa a segundo término.
El espectáculo que montaron ayer en el Congreso local, porque no se puede nombrar de otra manera, ha sido para algunos la cúspide de la lucha del poder dentro de Acción Nacional, sin embargo los panistas podrían sorprendernos con más en los próximos días, ya que el pleito parece que va para largo, en una lucha de declaraciones, contradicciones y hasta empujones que se acomodan entre sí.
Lo de ayer tuvo varios puntos que merecen ser mencionados para que usted se dé cuenta del tipo de personas que tiene este partido, lo primero fue el grupo de choque, porque así se le puede llamar a un conjunto de mujeres violentas (que se lanzan a empujones, golpes y palabrotas contra otras) al llegar al Congreso.
Mujeres, presuntamente que no fueron invitadas por nadie, presuntamente sin haber entrado por intersección del diputado Asael Hernández Cerón (a quién defendieron con capa y espada), señoras que repitieron como pericos que no fueron convocadas y que fueron por voluntad propia para respaldar a Erika Hernández Martínez, quien presuntamente fue agredida por simpatizantes de Prisco Manuel Gutiérrez, señoras que dijeron no conocer personalmente a Erika Hernández, señoras que dijeron enterarse por “redes sociales” de lo que sucedería en el Congreso pero que no pudieron especificar en dónde, cómo y cuándo.
Lo anterior en la que podríamos nombrar “Pandilla Asaelista”, a la que se sumó posteriormente otra presunta agredida, Erika Hernández Martínez, quien estuvo acompañada de la pareja sentimental del diputado, el mismo que se subió a tribuna en una ocasión con una bolsa que contenía huevos de gallina; Margery Rivera Nuñez, ésta última quien trataba de manipular a la prensa para que cuestionaran en puntos claves a la regidora por Pachuca Isabel Vite Cruz, todo en defensa de su amado, a quién señaló de víctima de la regidora quién según las fotos mostradas le dejó los brackets marcados en algunas partes del cuerpo donde lo mordió.
En la “Pandilla Prisca”, es decir el grupo de Prisco Manuel Gutiérrez, se pudo ver a la regidora presuntamente agredida por Asael Hernández Cerón en la pasada elección interna del partido, Isabel Vite Cruz; la panista Nadia Flores Meléndez (a quien las Asaelistas se les fueron con todo y hasta le robaron la cartera), e incluso se contó con el respaldo del ajonjolí de todos los moles, presente en los pleitos y defensoras de los débiles y abogada en las causas desesperadas, Diana Bayardo.
Pues gran escándalo armaron los panistas y agregados en la Cámara de Diputados, todo parece indicar que no se tomaron muy en serio esa frase popular de que “los trapos sucios se lavan en casa”; pero estos se equivocaron de casa y en lugar de hacer su espectáculo en las redes sociales como ya es costumbre, o en sus propias sedes, se fueron a lavar sus trapos sucios en la casa pero en la Casa del Pueblo, donde divirtieron no sólo a los diputados que asistieron a la sesión, sino a cientos de estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) Campus Hidalgo, quienes aprovecharon para hacer fotografías y videos con sus teléfonos celulares.
Lo anterior sin contar la presencia de Irma “La doctora” Chávez Ríos, quién pasó a ser Asaelista de una elección a otra, cuando en el pasado era “fiel” opositora del ahora diputado Asael Hernández Cerón; no cabe duda que algo encierra ese cambio de opinión, así como de actitud, como ha sucedido con otras panistas que impugnan procesos y luego se quedan calladas en las conferencias; en fin la perversión con la que se manejan al interior del PAN no sólo ha dejado ver cambios de bando, lucha de poder, guerras sucias, batallas mediáticas, sino la falta de capacidad de llevar a cabo un proceso democrático al interior de su propio partido, ya que de donde se vea, lo que la gente no puede dudar es que hay corrupción, negociaciones infructuosas y gente que sin duda algo ganará de toda esta revuelta.