Pulso del Mezquital
Cuando dijeron que la 4ta Transformación convertiría a México en Suiza, algunos nos la creímos literalmente y comenzamos a recibir envíos de Western Union, pero como siempre sucede en estos casos, justo cuando uno empieza a triunfar, nunca faltan los resentidazos sociales para sacar su furia y sus frustraciones. Obviamente, aprovechan cualquier espacio para quemarnos en la sociedad, nomás porque nuestro dinero en minutos resulta Sospechoso.
Y luego esos de Hacienda que no pueden estar chitón, porque en seguida van directo con el chisme. Lo anterior viene a cuento, luego de que la Secretaría de Hacienda congelara las cuentas de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), debido a que la Unidad de Inteligencia detectó un ingreso, de centavos más centavos menos, una piscacha de 156 millones de dólares provenientes justamente de Suiza, un paraíso natural y fiscal, al que sólo quienes provenimos de la cultura del privilegio sabemos de qué se trata.
Hacienda consideró que los movimientos financieros son inusuales y que estos cayeron en manos del Patronato de la Universidad, manejada por Gerardo Sosa, uno de nuestros “Chabelos” de la política hidalguense, que ya se veía Gobernador, aunque seguramente es un asunto de pura envidia, aquí es donde uno se da cuenta que la fortuna así es y “la vida da mil vueltas, yo te lo avisé, ahora estas abajo y yo estoy arriba”.
Dicen que cuando veas las barbas de tu vecino quemar, pon las tuyas a remojar, así que basados en esta experiencia tipo Silvia Pinal de “acompáñeme a ver esta triste historia”, no nos queda de otra que regresar al pasado y guardar nuestra lana en el colchón, porque ya nos dimos cuenta que los bancos no son nada confiables, dejan más rastros que Hansel y Gretel, solo hay que tener cuidado de no tener un ratón de vecino, porque en una de esas encontramos a nuestros billetes todos roídos y entonces sí, no tendremos donde cambiarlos ni por morralla.
Hablando justamente de gente que le gusta vivir bien, que tienen dinero en el mundo para darse una vida de gran placer, son los regidores de Ixmiquilpan, quienes se aumentaron su salario por el puro gusto, que al año representa un gasto de miserables 2 millones 649 mil pesos, cargados al erario público, que es como si le quitáramos el pelo a un gato.
Pero ya sabe, como siempre, los resentidos sociales, esos que no torean el triunfo personal ajeno, aunque sea por la vía más corta, la política, salieron a cuestionar a los regidores, según porque son improductivos, que son como los salmones, solo viajan a la presidencia para tirar la hueva y algunos, de plano evitan la fatiga.
Pero nosotros qué culpa tenemos, no de estar donde dan sino donde hay, aquí es donde uno saca a la Lucerito que todos traemos dentro (la cantante, aclaro), que si uno es flojo ¿y?, que si somos unos vividores del pueblo ¿y?, que si la austeridad republicana nos la pasamos por el arco del triunfo ¿y?
Los regidores probablemente justificarán su sueldazo, como un salario digno, cuando justamente eso, la dignidad, es un elemento que hace falta dentro de la dieta legislativa, que desafortunadamente pensamos que venía incluida cuando contratamos a dichos individuos.
En corto:
• Hoy el Obispo de Tula, Juan Pedro Meléndez, visitará la parroquia de San Nicolás en Ixmiquilpan, en medio de la polarización provocada por el párroco del lugar, a quien lo feligreses ya no toleran.
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