Terraza
“Votaré a favor de la ratificación de Arely Gómez porque tengo la certeza de que revertirá la debilidad institucional y pérdida de credibilidad de la Procuraduría.”
Estas fueron las palabras de Mónica Arriola, hija de Elba Esther Gordillo, cuando dio a conocer su voto a favor de Arely Gómez González para que fuera titular de la Procuraduría General de la República (PGR). Arriola también describió a Gómez como una figura política íntegra y reconoció en ella a una funcionaria que posee los conocimientos necesarios para ejercer su nuevo cargo.
A pesar de las virtudes de Arely Gómez, todo indica que los retos de la nueva titular de la PGR van más allá de las responsabilidades que le asignó el presidente Enrique Peña Nieto, pues el término “conflicto de intereses” no ha parado de estar a su alrededor. La primera vez, se escuchó luego de que Gómez tomara protesta y sus opositores, tanto en el Senado como en la sociedad, señalaran que Arely es hermana de Leopoldo Gómez González, vicepresidente de noticieros Televisa; dando lugar a especulaciones negativas por la presunta presencia de la televisora en el Senado a través del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Aunque la nueva titular de la PGR supo defenderse de estos comentarios negativos, poniendo como prueba su intachable carrera política y asegurando que el trabajo de su hermano se ha diversificado a lo largo de su vida dentro de los sectores público y privado; la tensión aún está presente y quienes ven dudosa su objetividad en el cargo, están esperando su primer error o cualquier señal de favoritismo.
Por si esto fuera poco, retomando el enunciado inicial dicho por Arriola, todos esperan la determinación de un juez ante la petición de Elba Esther Gordillo, en la cual, la maestra plantea pasar el resto de su sentencia en un lujoso departamento debido a presuntos problemas de salud. Si bien, un perito determinará si la petición de Gordillo es válida y otorgable, sea cual sea el veredicto, las miradas se dirigirán hacia la ahora procuradora. Si permiten a Elba Esther permanecer encerrada en su propio domicilio, será inevitable que la sociedad comente la posibilidad de que se trate de un favor para Mónica Arriola, la hija de Gordillo que manifestó su apoyo a Gómez. Por otra parte, si se le niega la petición a “La Maestra” y se decide que debe cumplir su sentencia como cualquier otra reclusa ¿Podrá Mónica Arriola sostener su buena opinión sobre la sucesora de Jesús Murillo Karam?
Mientras Gómez se prepara para enfrentar las controversias mencionadas, también debería considerar prepararse para ser la primera fiscal general de la República, y aunque la Ley para convertir a la PGR en Fiscalía General independiente del Ejecutivo federal, carece aún de la aprobación del Senado para enviarse al poder Ejecutivo; de promulgarse sin cambios, la nueva titular estaría nueve años en su actual cargo de la PGR y sólo podría ser removida del mismo por la autoridad presidencial vigente si se encontraran fallas de extrema gravedad en su función como titular.
Por lo pronto, Arely Gómez deberá defender su integridad y objetividad, que como se dijo, han sido cuestionadas sin ningún antecedente en su persona. Será responsabilidad de la nueva procuradora, demostrar que su administración no se prestará a complicidades ni a “carpetazos” de archivos pendientes dentro de la PGR. Sólo cinco senadores votaron en contra del nombramiento de Gómez González como sucesora de Murillo Karam, pero bastaron esos cinco votos para inquietar al pueblo mexicano, quien ya comenzó a hablar incluso del uso distractores para que este reciente nombramiento pase con más pena que gloria.
Como todo mexicano, Arely Gómez merece una oportunidad digna para desarrollarse en su nuevo puesto, nada puede darse por sentado hasta que comience de lleno sus funciones y empiecen a difundirse sus avances.